Igual que a comienzos del siglo XX, el Ferrocarril Santander-Mediterráneo creó grandes expectativas entre la población local, pasados casi cien años, ahora todas las miradas se ciernen sobre el trazado del nuevo Camino Natural del mismo nombre -más conocido como Vía Verde- que aprovechará la trama de la infraestructura ferroviaria para comunicar Las Merindades de sureste a noroeste. En septiembre de 1929 se finalizó el tramo que unía Peñahorada con Trespaderne y en noviembre de ese mismo año, el que iba desde Trespaderne hasta Cidad, en la Merindad de Valdeporres. En 2021, si se cumplen los plazos del Ministerio Agricultura, Pesca y Alimentación, un camino de zahorra de entre 3 y 4 metros de anchura conectará Castellanos de Bureba con Oña, Trespaderne, Nofuentes, Medina de Pomar, Villarcayo, Brizuela, Santelices y Dosante, entre otras localidades. Serán 60,4 kilómetros llenos de esperanzas, de ganas de potenciar el turismo y de espera, dado que el Ceder Merindades y los siete municipios de la comarca que atraviesa llevan 14 años acariciando este proyecto, que costará 5,3 millones de euros.
En 2005 la Fundación de Ferrocarriles Españoles recibió el encargo del Ceder Merindades y Adeco Bureba de redactar el primer proyecto para acondicionar el Camino Natural del Santander Mediterráneo, entonces Vía Verde. El tramo burebano de 43 kilómetros ya está acabado, pero en el de Merindades apenas acaban de comenzar las obras hace unos meses. En 2017, el Ministerio ultimó la redacción de un nuevo proyecto «a partir del anterior», pero con mejoras y algunos cambios. En esta ocasión se ha realizado un «detallado estudio geológico-geotécnico de los taludes y trincheras donde hay desprendimientos o se han detectado posibles inestabilidades». Las soluciones técnicas que se darán serán mallas de triple torsión, saneo de taludes, escolleras o muros de sostenimiento, según las zonas.
Asimismo, se ha incluido un «análisis del estado de las estructuras metálicas de los puentes, proponiendo una solución distinta para el arreglo de la plataforma». En el trazado, nada menos que 17 puentes -16 metálicos- ayudan a sortear el curso del Oca, el Ebro, el Trueba, pero sobre todo el río Nela, que acompaña a la mayor parte del trazado. En esta ocasión se incluye el ramal de apenas 800 metros que va desde el viaducto ubicado poco antes de Santelices hasta la estación de esta localidad, desde donde los senderistas y ciclistas podrán continuar durante 7 kilómetros ya acondicionados en 2005 hasta el túnel de la Engaña. Otra opción será no sortear el viaducto y continuar por el ramal hacia Dosante, el lugar donde realmente moría el tráfico ferroviario, dado que nunca se llegó a poner en servicio el malogrado túnel de la Engaña y el Mediterráneo no se llegó a conectar con Santander por solo 63 kilómetros, dejando atrás una obra magna de otros 650 que si entraron en servicio hasta Valencia. Otra de las novedades del trazado será el desvío de la finca privada de la Santé, en Oña, por la que transcurren 1,4 kilómetros y que se evitarán utilizando un camino rural alternativo.
para descansar. Junto a todo ello, se ejecutarán 23 áreas de descanso con mesas y bancos, aparcabicis y paneles informativos, entre otros elementos. Se ubicarán en las ocho estaciones de Oña, Trespaderne, Nofuentes, Medina, Horna, Brizuela, Santelices y Dosante y el resto en el desfiladero del Oca, Pradolamata, Moneo, Cigüenza, Escanduso, Escaño, Puentedey o Quintabaldo, entre otros puntos. También se habilitarán ocho miradores y se iluminará el túnel de 282 metros con curva ubicado entre Oña y Trespaderne, el más largo.
LOS PROTAGONISTAS
Urbano Arciniega - Asador Restaurante La Cabaña
«Espero que funcione, que lo dejen bien y que le hagan el mantenimiento necesario»
Urbano Arciniega defiende que sus carnes a la brasa son las mejores de la comarca. Las sirve en el Asador La Cabaña, también conocido como El templo del chuletón. El edificio donde se encuentra fue antaño una fábrica de azulejos que comandó Ángel Gómez y tiene una curiosa arquitectura. Cuenta con un andén, donde los trenes cargaban su producción y será el único negocio al pie de camino que se encuentren los senderistas en Medina de Pomar. Abrió sus puertas en 2004 y aunque el negocio va bien, Urbano espera que con el camino natural mejore. «Espero que funcione, que lo dejen bien y que le hagan el mantenimiento necesario», señala.
A quienes pasen por su restaurante se compromete a «darles bien de comer». Pero no se atreve a cuantificar el impacto que podrá tener este recurso: «Puede ser la bomba o quedarse en nada». «Si hay movimiento habrá beneficio». Ahora, los clientes del Asador La Cabaña consumen más de 3.500 kilos de chuletón al año. «Cuando empiecen a llegar senderistas me adaptaré a sus demandas, si es preciso», avanza este empresario para quien es muy importante que se les facilite el «desembarco en el pueblo y se les indique cómo llegar».
Víctor Grijalba - e-bike Merindades
«Si se reabriera el túnel de la Engaña y llegara a Santander podría ser otro Camino de Santiago»
Víctor Grijalba fundó hace apenas dos meses en Villarcayo la primera empresa de la comarca que oferta el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, así como de rutas con o sin guía. Con más de veinte años en el negocio de la hostelería, el también director del Hotel Doña Jimena, ubicado a tan solo 400 metros del futuro Camino Natural del Santander Mediterráneo, ve un gran «potencial» en este nuevo recurso.
«Va a ser una gran oportunidad para el desarrollo turístico de la comarca» y para e-Bike Merindades, su empresa, será un impulso, porque «servirá para comunicar un gran territorio a través de un itinerario apto para bicis». Grijalba destaca las oportunidades que el nuevo camino natural dará para interconectar numerosas rutas y plantea a los ayuntamientos la necesidad de que lo conecten con puntos de interés de las localidades por las que transcurre. Este emprendedor cree que, «si se reabriera el túnel de la Engaña y esta ruta llegara hasta Santander, se generaría una gran posibilidad de negocio gracias a los miles de ingleses que desembarcan del Ferry de Santander». «Podría ser otro Camino de Santiago», asegura.
Rocco Rosi - Casa rural y Restaurante Fuentetrigo
Rocco Rosi abrió en 2007 el restaurante y casa rural Fuentetrigo, a pocos metros de la vía del S-M. Llegó a Brizuela gracias a su mujer, Isabel Atucha, cuya familia veraneaba en la localidad de la Merindad de Valdeporres. La pareja aterrizó en esta pequeña localidad tras conocerse en el Reino Unido, donde ambos trabajaban en el sector de la hostelería. Probar sus pastas frescas y sus pizzas es una experiencia para la que hay que reservar, dado que su comedor apenas puede albergar unas 25 personas. Admite que el negocio va «discretamente, no tenemos problemas».
Cuando se le pregunta por qué espera del Camino Natural del S-M, recuerda que «desde que vine a Brizuela oía hablar de la vía verde y todavía estoy un poco dudoso de si la van a hacer». En todo caso, «hacerla es fácil, lo difícil es mantenerla», añade. En su opinión este camino natural «es un producto turístico que tiene que traer riqueza, abrir una ventana, un escaparate». Rocco Rosi va a ser de nuevo alcalde de Brizuela y señala estar dispuesto a «colaborar con ideas y con lo que haga falta como empresario y alcalde para que los turistas, no solo pasen, sino que entren a Brizuela y puedan llegar a otros pueblos, como Leva o Villavés y a sus negocios».
Jesús González y Nerea Gorostizaga - Área de Autocaravanas de Santelices de Valdeporres
«El 70% de los turistas que vienen hacen el tramo ya acondicionado hasta la Engaña»
La junta vecinal de Santelices de Valdeporres, que preside Jesús González, habilitó en junio de 2017 un área de autocaravanas junto a la antigua estación del Santander-Mediterráneo. Cuenta con 40 plazas, 32 de ellas con conexión a electricidad, baños, duchas, carga y descarga de agua y un parque infantil. Recibe una media de 15 autocaravanas cada semana. Británicos que han desembarcado en Santander con el Ferry, daneses, belgas o franceses son los usuarios habituales de lunes a viernes y el fin de semana llega el turismo nacional. De ellos, Nerea Gorostizaga, secretaria de la junta vecinal y voluntaria que atiende el área de autocaravanas, afirma que «el 70% de los turistas que vienen hacen el trayecto del camino natural que ya está acondicionado hasta el túnel de la Engaña y, además, lo conocen de antemano». Así pues, tanto Nerea como Jesús están «seguros de que el nuevo proyecto va a suponer un aumento muy significativo de visitantes».
De momento, solo ven un problema en el tramo ya habilitado y que se podría reproducir en el resto, «la falta de civismo de quienes se meten por la vía verde con sus vehículos y motocicletas», cuando es solo apto para bicicletas y senderistas.