La situación de incertidumbre que vive ahora mismo el Burgos CF tiene paralizada cualquier iniciativa deportiva. El 1 de enero comienza el mercado de invierno y la plantilla necesita refuerzos, sobre todo en la zona defensiva. Además, 15 jugadores de la actual plantilla acaban contrato el 30 de junio y desde el mes de enero pueden negociar libremente con quien quieran. Ambos frentes están ahora mismo parados a la espera que se concrete la venta del club burgalés al empresario argentino Marcelo Figoli, que debería dar el visto bueno a nuevas operaciones.
En el capítulo de fichajes, es evidente que el Burgos necesita reforzar su línea defensiva. La grave lesión de Esteban Saveljich ha dejado la plantilla con solo tres centrales:Aitor Córdoba, Unai Elgezabal y Grego Sierra. Cualquier incidencia influye y por ejemplo contra el Real Valladolid Grego Sierra no podrá jugar por sanción.
Y en el lateral izquierdo solo está José Matos. Es cierto que en esa zona puede jugar Ander Martín, pero realmente no es su puesto y lo nota.
En este escenario la dirección deportiva ya ha movido ficha y se ha fijado en el joven defensa del Sporting de Gijón Diego Sánchez, que apenas tiene minutos esta temporada. Realmente se trata de un lateral izquierdo pero que también puede jugar como central zurdo.
(Más información en la edición impresa de Diario de Burgos o aquí)