Los edificios de Miranda sufren una oleada de problemas

Arsenio Besga / Miranda de Ebro
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Solo desde mediados de junio ha habido 8 casos y en todo el año van más de 20. Desde el Colegiode Arquitectos remarcan la necesidad de cumplir con las ITE para garantizar la «seguridad y salubridad»

Imagen de la última intervención de los Bomberos, que tuvo lugar la semana pasada en la calle Condado de Treviño. - Foto: A.B.

Desde el barrio de La Charca hasta elCasco Viejo, pasando por el ensanche y la zona de Ebro-Entrevías. Todos estos puntos de la ciudad delEbro han sufrido durante el presente ejercicio una oleada de problemas en las estructuras de sus edificios. Los Bomberos de Miranda han tenido que intervenir hasta en 24 ocasiones durante 2024 por desprendimientos, o incluso hundimientos de las cubiertas, en bloques repartidos por todo el municipio. La cifra, de por sí, resulta elevada, pero además esta realidad se ha acelerado durante las últimas semanas, dado que solo desde mediados de junio se han registrado ocho casos de este tipo.

El último tuvo lugar en la calle Condado de Treviño, entre Concepción Arenal yVicente Aleixandre, la semana pasada, cuando los funcionarios del Servicio de Extinción de Incendios cortaron la calzada para subir a un balcón del que estaban cayendo fragmentos. Esta era una construcción relativamente moderna, pero la mayoría de los casos se han dado en edificios con mucha  historia. Sin ir más lejos, el 30 de junio se actuó por el riesgo de desprendimiento en un bloque de la calle San Llorente, justo al lado de la Casa de las Cadenas, y el día 21 de ese mes se hundió el tejado del número 1 de la calle Santa Lucía, un bloque que se levantó hace casi un siglo y en la actualidad tiene protección ambiental.

Desde el Colegio de Arquitectos de Burgos recuerdan que «el mantenimiento de los edificios es algo obligado, existe un deber de los propietarios de garantizar las condiciones de seguridad y salubridad». Así lo explica el presidente, Javier Achirica, quien reconoce que el principal«instrumento» para lograr esos objetivos «son las Inspecciones Técnicas de Edificios». Esa herramienta permite saber «si hace falta cualquier tipo de intervención». Aunque en Miranda no ha terminado de calar, puesto que a principios de este año faltaba por realizarse en unos 1.300 edificios, lo que supone más del 40% de los que estaban obligados desde 2012.

El problema, conforme a la descripción de este experto, está en que «todos sabemos que hay que pasar la ITV del coche, en cambio parece que da igual la de los edificios y la gente es más reacia». Por eso cree que se debería «concienciar» a la población, pues «vivimos, dormimos, nos divertimos y trabajamos, lo hacemos casi todo, dentro de los edificios». Achirica apunta que, para agilizar el trámite, desde elColegio suelen recomendar disponer de un «arquitecto de cabecera», ya que «si tienes un profesional que conoce el edificio y al que se le llama recurrentemente, va documentando y conociendo el caso, por lo que es como el médico que conoce un historial».

Pero, desde su punto de vista, la responsabilidad no solo ha de recaer en las espaldas de los ciudadanos, sino que «a veces también las administraciones deben echar una mano, como con las ayudas de rehabilitación del Casco Histórico». Para el presidente del Colegio de Arquitectos «ese apoyo es necesario, porque normalmente se suele conjugar que edificios muy antiguos son de pisos de personas mayores que a veces tienen pocos recursos y entonces no tienen posibilidad de acometer obras en materias de accesibilidad o de seguridad, o también pueden ser pisos de herencias en las que los propietarios lo que quieren es quitárselo de encima».

Cuidado del patrimonio. Al margen de la seguridad, Achirica destaca que el mantenimiento de los bloques de viviendas es fundamental para preservar la esencia de los municipios. En este sentido, reconoce que «Miranda tiene bastantes edificios catalogados dentro del Docomomo para la población que tiene» y apunta que «cuidar del patrimonio es algo que te identifica como ciudad, las cosas se hicieron en su momento y tienen un valor». Así, no esconde que le da «pena» la situación en la que se encuentran algunos bloques «que no estén catalogados tienen su protección ambiental o estructural en el Casco Antiguo», sobre el que considera que «es una zona que podría tener un atractivo importante pero está perdiendo identidad».