El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha rechazado el recurso de apelación y, por lo tanto, ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial que el pasado mes de septiembre condenó a J.R.Q.R. a siete años y medio de prisión por los delitos de abuso sexual continuado y contra la integridad moral de una compañera de trabajo en Burgos. El condenado, además, tiene prohibido acercarse a la víctima durante 16 años y deberá pagar una indemnización de 30.000 euros por daños morales y psicológicos. Una vez cumplida la pena, deberá permanecer otros cinco años en libertad vigilada.
J.R.Q.R. trabajaba en un supermercado del centro de Burgos capital como dependiente de la carnicería, donde también estaba empleada la víctima. Si bien él era el titular de la sección, ambos tenían la misma categoría profesional y por lo tanto no le confería una posición de jerarquía o capacidad de mando. El relato de las acusaciones comenzaba en 2014 y se desarrolló a lo largo de casi seis años.
Durante ese tiempo, con el fin de perturbar el ánimo de su compañera de trabajo, intentaba siempre estar a solas con ella, en zonas no visibles como los vestuarios, los almacenes, la cámara de la carnicería o el antiguo obrador para, de "manera insistente y sistemática", acosarla. Según indicaba el Ministerio Fiscal, y la Audiencia Provincial considera probado, llegó a decirle que estaba obsesionado con ella y que quería mantener relaciones sexuales. Ésas dieron paso a otras más "irrespetuosas y obscenas" como "te hago un favor" o "eres una reprimida".
En múltiples ocasiones, prosigue la sentencia, se abalanzó sobre ella tocando sus senos y genitales de manera lasciva, llegando incluso a introducir su dedo en el interior de la vagina. Todo ello pese a que la víctima forcejeaba con el condenado y le suplicaba que parase. Añadía además la acusación particular que "llegó a tal extremo que incluso en el mostrador, atendiendo clientes, se aprovechaba para hacer tocamientos de manera más sutil tanto con la mano como con el mango de un cuchillo". Estos hechos duraron durante el intervalo temporal entre 2014 y febrero de 2019.
En el mes de mayo de ese mismo año, J.R.Q.R. invitó a su compañera, que en esos momentos estaba de baja laboral, a ver un piso de su propiedad, haciéndole creer que no iban a estar solos en la vivienda porque estaba su hijo. Sin embargo, una vez allí, se abalanzó sobre ella y, guiado por el propósito de satisfacer sus apetitos sexuales, comenzó a tocarle los pechos y los genitales peses a que, una vez más, la mujer mostró resistencia.
Tras reincorporarse a su puesto de trabajo, el ahora condenado siguió con sus hostigamientos de manera reiterada, llegando a dirigirle insultos denigrantes al observar que tenía "los pechos caídos por haber tenido tres hijos" y a recordarle lo ocurrido en el piso. Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió un trastorno adaptativo ansioso depresivo que precisó de una primera asistencia facultativa y tratamiento médico, así como terapia de 180 días. Según su representación legal, le han quedado como secuela diversos "trastornos neuróticos".
El supermercado puso fin al contrato con J.R.Q.R. a raíz de estos hechos a finales de 2019. Las acusaciones solicitaron un año y medio de prisión por un delito de acoso u hostigamiento, once por uno continuado de agresión sexual y otros ocho más por esta misma infracción. Le reclamaron, además, una indemnización de 7.200 euros por el daño psicológico, 2.000 por las secuelas y 80.000 por los perjuicios morales causados.
La sentencia de la Audiencia Provincial, ahora confirmada por el Tribunal Superior de Justicia, condena a J.R.Q.R. a siete años y medio de prisión por los delitos de abuso sexual continuado y contra la integridad moral de la víctima, además de la prohibición de acercarse durante 16 años a la que fue compañera de trabajo. El condenado, igualmente, deberá pagar una indemnización de 30.000 euros por daños morales y psicológicos y una vez cumplida la pena, deberá permanecer otros cinco años en libertad vigilada. Contra dicha sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.