La Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Burgos ha abierto numerosas vías de investigación para intentar dar con el paradero de la persona que dejó hace casi un mes a un bebé recién nacido en la orilla del Río Arlanzón y que apareció muerto días después. Alo largo de las últimas semanas, los agentes han rastreado centros médicos, educativos y sociales, tanto públicos como privados, en busca de pistas, principalmente sobre la madre. Unas pesquisas que, por el momento, han sido baldías. Paralelamente, se han elaborado distintos perfiles sobre los responsables de tan terrible abandono, que tras los resultados preliminares del informe forense permiten calificar de infanticidio. Llegados a este punto, el objetivo ahora es centrar todo lo que hay sobre la mesa en una dirección. Para ello, han solicitado la ayuda de equipos especializados en análisis psicológicos de la Comisaría Central de Madrid.
La Sección de Análisis de Conducta, adscrita a la Unidad de Inteligencia de la Policía Nacional, es una unidad especializada en la investigación de delitos a través de perfiles psicológicos. Los funcionarios burgaleses han requerido su ayuda para determinar qué tipo de persona, con la base de la información obtenida hasta el momento durante las pesquisas practicadas, podría estar detrás del abandono del bebé muerto aparecido el pasado 3 de diciembre en el río Arlanzón, muy cerca del puente Gasset.
Fuentes policiales explican que esta solicitud, tramitada en los últimos días, tiene dos objetivos. Por un lado, ver si dentro de las pistas recabadas hasta ahora hay algún detalle relacionado con los responsables del abandono (previsiblemente los progenitores), que pudieran haber pasado por alto y que fuera determinante. Por otro, centrar la búsqueda en el menor número de perfiles psicológicos posibles.
A día de hoy la Brigada de Policía Judicial no ha cerrado ninguna vía de investigación. Todo lo contrario, tiene muchos frentes abiertos más allá de que a unas le den más probabilidades que a otras. La lógica hace pensar en un primer momento que la madre del bebé aparecido en el Arlanzón es una persona con pocos recursos, probablemente desconocedora de las posibilidades de apoyo que aportan las administraciones para hacerse cargo de un niño, y que hubiera estado ocultando todo el embarazo a sus familiares.
El informe preliminar del Instituto de Medicina Legal ya arrojó algo de luz al respecto, si bien aún faltan informes más detallados que permitan centrar aún más las pesquisas. Aclaró que el niño -era un varón- nació vivo tras un embarazo a término. Llevaba al menos 24 horas fallecido en el momento en el que le encontraron y, se cree, lo más probable es que pereciera en el río tras varios días de abandono.
¿Qué fichas han movido los investigadores con esta teoría?
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