«Profunda decepción». Sin paliativos, AlfonsoFernández Mañueco no ocultó su «cabreo» tras su participación en la XXVII Conferencia de Presidentes de la que salió visiblemente frustrado y con «las manos vacías». Ni una sola de las demandas que el presidente de la Junta de Castilla y León llevaba al esperado cónclave de los dirigentes autonómicos con elGobierno central se vieron colmadas ni en vivienda, ni en sanidad, ni en financiación autonómica, ni en inmigración. «La conclusión es una profunda decepción, esperábamos avances y ha habido frenazos; esperábamos compromisos y nos vamos con las manos vacías». Fernández Mañueco, que compareció en último lugar en la sala en la que poco antes lo hicieron los presidentes de Andalucía, Valencia y la presidenta de Navarra, se mostró muy crítico con el resultado de un encuentro del que lamentó no obtuvieron «nada de nada».
«Sánchez solo firma acuerdos con sus socios separatistas. Y a los demás largas y largas», aseveró el dirigente autonómico, que antes de entrar a la reunión expresó su esperanza en que se pudiera avanzar en corregir el déficit de profesionales sanitarios, en más vivienda para jóvenes, en un nuevo modelo de financiación y en la regulación de la inmigración y acogida por parte de las comunidades. «Nuestro titular es que ha sido una profunda decepción», resumió Fernández Mañueco, que centró buena parte de sus críticas en la ausencia de un calendario para elaborar un nuevo modelo de financiación y en la propuesta del Gobierno de convocar en el mes de enero el Consejo de Política Fiscal y Financiera para impulsar la asunción por el Estado de parte del endeudamiento de las comunidades de régimen común.
Rechazo frontal a la quita
El presidente de la Junta aprovechó su intervención tras el cónclave para avisar al Gobierno central de que irá a los tribunales para defender los «intereses de Castilla y León y de España» si el modelo de financiación autonómico es el de «los privilegios» y no uno «justo y negociado entre todos», y rechazó de plano la quita de la deuda al considerar que «ese no es el problema». «Ni Castilla y León ni España necesitan perdonar el exceso de las formaciones separatistas». Abundó el mandatario autonómico en su negativa e insistió incluso con ejemplos en el rechazo a una quita de la deuda que, a su juicio, han servido para financiar cuestiones como las embajadas catalanas «que no han servido para nada» y ahora, dijo, «quieren que las paguen todos los españoles».
Además, manifestó, como también antes indicaron algunos de sus homólogos, que no ha quedado claro qué tipo de deuda se pretende condonar y emplazó a que se concrete en la anunciada reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. La Junta cree que la quita de la deuda no es un problema para la Comunidad, por su nivel de endeudamiento, pero si la infrafinanciación de los servicios básicos como la sanidad, educación y servicios sociales que acumula una media de algo más de 500 millones, informa Ical. «Lo que está en juego en estos momentos es si queremos un modelo en el que todos los españoles seamos iguales a la hora de poder acudir a la sanidad, a la educación, a los servicios sociales o el modelo de Sánchez que es el modelo de los privilegios».
Sin avances
Una crítica por la ausencia de avances y compromisos del Gobierno central que Fernández Mañueco extendió al resto de asuntos que se trataron en la Conferencia de Presidentes. En materia de sanidad, insistió en que el problema es la falta de médicos, que no se ha tratado en la reunión, ya que el Gobierno ha propuesto la transferencia de 223 millones para soluciones sanitarias relacionadas con la Inteligencia Artificial. «Ha tenido seis ministros de Sanidad en seis años, que no han hecho nada de nada». En este sentido urgió al Ejecutivo central a que adopte medidas para abordar el problema de Estado que supone la falta de profesionales sanitarios.
Respecto de la inmigración, esgrimió que es el Gobierno quien tiene que impulsar una política común con las comunidades autónomas y advirtió de que «no se puede trocear en negociaciones o en pactos con fuerzas separatistas». En lo que se refiere a esta materia, aseguró que Castilla y León es una tierra de acogida y que ha cumplido con sus compromisos de solidaridad con otras comunidades autónomas.
Tampoco consideró que se hayan atendido las propuestas de la Junta y otras regiones en vivienda sobre la necesidad de dar seguridad jurídica a los propietarios, reducir cargas burocráticas e impuestos. Entre otras cuestiones, pidió que el Ejecutivo central ponga suelo estatal y viviendas de la Sareb a disposición de las comunidades. «Nada de nada. Sánchez solo se mueve por anuncios efectistas que ya casi nadie cree y luego no cumple».