Transitar por algunas calles de la ciudad se puede hace muy cuesta arriba por su empinada pendiente y no solo en el Casco Histórico Alto por raciones obvias. La calle Frías, perpendicular a Alfareros y Ávila, es un buen ejemplo de ello. Los vecinos de la zona sur llevan años clamando por una solución, dado que es muy transitada no solo por los vecinos de los portales que dan a ella sino también para llegar al parque de San Isidro.
El área de Vías Públicas ya tiene el proyecto para llevar a cabo esta actuación, que se acometerá con cargo al presupuesto del distrito sur tras elegirse como obra prioritaria. La actuación sacrificará parte del aparcamiento para poder ensanchar la acera y que esta supere los tres metros para facilitar el tránsito. Más complicado será la reducción de la pendiente. «Dejaremos la pendiente pero con la acera más ancha. La hilera de plazas de aparcamiento que hay a ambos lados se diseñará más inclinada y se pondrán unos topes para que los coches no invada la acera. También se mantendrán los árboles», indicó el concejal Juan Manuel Manso.
En la actualidad, el área de Urbanismo trabaja en la redacción del pliego para sacar la obra a concurso lo antes posible al contar con partida para este ejercicio.
El elevado desnivel de la calle hizo que en su día se construyeran 14 escaleras repartidas en 10 tramos en la franja paralela a las edificaciones hasta la alineación con los árboles existentes y una rampa entre los alcorques y el bordillo de la acera. La rampa es muy estrecha y es imposible transitar por ella debido a que los coches que aparcan la invaden. Tras las quejas vecinales se pusieron unos topes para que las ruedas de los vehículos no tocasen los bordillos pero no es suficiente debido a que cada día los vehículos son más largos.
Los residentes llevan años reclamando la mejora de la accesibilidad por las dificultades que se encuentran las personas mayores, con movilidad reducida o un carrito de bebé. A lo largo de estos años han remitido infinidad de escritos al Ayuntamiento, al igual que la Asociación Nuestro Barrio, para tratar de buscar una solución.
La mejora de la calle ha dado muchas vueltas dentro del área de Vías Públicas, que en su día elaboró un estudio con cinco soluciones pero se descartaron dos de ellas por no respetar la normativa de accesibilidad. Una de ellas plantea cortar la circulación en un tramo de la calle para hacerla peatonal. En el otro se planteaba una zona para acceder a los garajes y se quitaría el actual aparcamiento en batería. Se establecerían escaleras a ambos lados de la calle y rampas en zigzag. . La segunda de las alternativas contempla rampas más grandes para salvar el desnivel y casi no dejaría calle peatonal. Finalmente, la tercera alternativa plantea la total peatonalización y supondría 420.000 euros.
Ahora se opta por una solución conservadora que prima la anchura de las aceras aunque es imposible quitar la pendiente para el acceso a la calle Fray Esteban de la Villa y desde ahí al parque de San Isidro.
Desde la Asociación de Vecinos Nuestro Barrio celebran que finalmente el Ayuntamiento haya decidido poner una solución a esta calle. «Desde hace tiempo esta calle es intransitable. Celebramos que finalmente se haya tomado la decisión de arreglar este calle. Ahora las personas con movilidad reducida o con carritos de bebés deben usar la calzada con el peligro que conlleva», indicó Florentino González.