La tensión entre la corporación municipal de Fuentelcésped y sus vecinos va en aumento. Primero fue la oposición a la instalación en su término municipal de una planta de biogás y ahora la sospecha de que se ha estado utilizando dinero de las arcas municipales para favorecer a terceros. Un uso fraudulento que ha llevado a los habitantes de esta localidad ribereña a recoger firmas para apoyar la denuncia por malversación de fondos públicos contra la alcaldesa, Jessica Llerena, y sus concejales. «Nos hemos asesorado con abogados y nos dicen que necesitamos el 20% de las firmas de los empadronados; en la primera jornada de recogida ya teníamos 80, más que de sobra», exponen uno de los promotores de esta denuncia, como muestra del descontento de los vecinos con sus gobernantes locales.
Uno de los puntos que destaca la denuncia, que se presentará la próxima semana ante la Guardia Civil, alude al cambio de la licencia urbanística de la Casa del Ermitaño, que era un albergue y que pasó de turística a vivienda privada «y se adjudicó con baja temeraria» a un particular que se lo alquiló a otro «sin documento contractual alguno, llegando a introducir a distintas personas en la vivienda», incluida la familia de la adjudicataria del bar de la localidad, que permaneció en este alojamiento «desde abril hasta noviembre» de 2024 «abonando únicamente la primera mensualidad de 90 euros» y que «al abandonar el mismo dejó distintos desperfectos».
Según el texto de la denuncia, al que ha tenido acceso esta redacción, la adjudicataria del bar fue una de las beneficiarias del presunto uso de dinero público. Cuando se iba a reabrir el establecimiento en abril «se programa una actividad consistente en una actuación musical por valor de 1.200 euros, así como un pedido de bebida y comida adquiridas a nombre del Ayuntamiento, por orden de la alcaldesa, favoreciendo así a un tercero con dinero público». A esto, los vecinos refrendan con sus firmas que «el funcionamiento del bar siempre fue irregular, incumpliendo desde su comienzo en contrato en cuanto a horario, compromisos, pagos, etc.» y «el Ayuntamiento nunca actuó para que rectificasen en su conducta».
El almacén del bar del pueblo siguió recibiendo pedidos que, según los denunciantes, se cargaron a cuenta del Ayuntamiento en varias facturas, llegando a gastar 9.000 euros para las fiestas patronales. «El pueblo descubre que la alcaldesa abonó al bar cantidades 600 euros de un denominado 'copazo', 400 euros de un denominado 'vermutazo' y 1.800 euros de una cena para el Ayuntamiento, alegando que era para disfrute del pueblo. La información no indicaba que fuera gratuito», remarca el texto de la denuncia.
A estos gastos festivos, suman que «una de las actividades prevista para las fiestas patronales consistía en la actuación de un coro góspel, procedente de Barcelona, amigos de la alcaldesa. Esta manifestó reiteradamente que iba a ser a coste cero. Finalmente el coste total de viajes, hotel, comidas, catas, turismo..., ascendió a una cantidad cercana a los 14.000». Con estas cantidades, remarcan los denunciantes que de los 30.000 euros iniciales del presupuesto para festejos se superaron los 70.000 euros.
A todo ello, la denuncia añade que la alcaldesa «presenta gastos por kilometraje de 1.800 euros» para citas que no corresponden a su cargo «sino a actos privados».