La presencia de la mujer en el campo crece, y cada vez más: según datos de los sindicatos agrarios referentes a los últimos años, una de cada tres nuevas incorporaciones en el sector agroganadero es una mujer, algo impensable hace apenas una década. Con todo, señalan las mismas fuentes que el objetivo no tiene que ser únicamente aumentar este número, sino que se den las condiciones propicias para que esas incorporaciones se produzcan sin ninguna limitación ni cortapisas.«Esta profesión es hoy una elección personal de quien busca el trabajo autónomo en el campo, asumiendo riesgos, y disfrutando de la labor de producir alimentos, y es en esta elección, muchas veces vocacional, en la que la mujer debe de encontrar un camino despejado y sin obstáculos añadidos», subraya.
El sindicato Asaja, por ejemplo, estima que la mujer «no está suficientemente representada en los órganos de gobierno de organizaciones agrarias, cooperativas, comunidades de regantes, juntas agropecuarias y movimiento asociativo en general, como tampoco lo está en las instituciones locales».
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