El Consejo de Administración de Sodebur ha seleccionado ya los dos grandes proyectos de los grupos de acción local (GAL) con los que trabajará este año para exportar sus exitosos resultados a toda la provincia: el mercado virtual de comercios y negocios que puso en marcha el Ceder Merindades en 2022 y la experiencia de dinamización del territorio y aprovechamiento turístico del patrimonio de los pueblos, incluso los más pequeños, a través del voluntariado de la ADRI Ribera del Duero.
Merindades Plaza y Te enseño mi pueblo, como se denominan las dos iniciativas seleccionadas, que se extenderán así a las diferentes comarcas de Burgos. En el primer caso, ha habido algunos intentos que no han cuajado de comunidades y mercados online, en el de las rutas turísticas guiadas por los propios vecinos de las localidades, ya Adecoar comenzó hace unos meses a desarrollarlas a través de un programa similar al de Ribera Voluntariis, llamado Arlanza en tu mochila, que no ha despegado con la misma fuerza.
«Queremos que lleguen a toda la provincia y que el trabajo tan excepcional que hacen Ceder Merindades y ADRI Ribera sea trasversal», avanza Carlos Gallo, presidente de la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia.
Sodebur ya había avanzado que cambiará la forma de relacionarse con los seis grupos de acción local (más Asopiva, que actúa también en Pinares de Soria). Aunque mantiene los 600.000 euros de presupuesto global, ahora se va a trabajar por proyectos y no entregando una cantidad fija a cada uno, 95.000 euros, que en muchos casos se destinaban a costear salarios y otros gastos y no a proyectos concretos y centrados en los 5 objetivos que guían la acción de este organismo de la Diputación: energía, industria, turismo, cooperación institucional y promoción económica y social. La decisión ha generado descontento en algunos de los GAL, que han mantenido dos reuniones con los responsables de la Sociedad y que ahora tendrán que adaptarse a estos cambios, una vez adoptada la decisión por el Consejo de Administración de Sodebur, que no obstante asume que 2024 será un año de transición.
Gallo ha recorrido todo el territorio de acción de estos grupos para realizar una evaluación antes de tomar decisiones y ha comprobado diferentes grados de implementación. Considera por un lado que se debe «incidir en el trabajo a desarrollar turísticamente, con la mejora de la señalización», una de las deficiencias detectadas, y también evitar «que se produzcan duplicidades» en los gastos y que con el dinero de Sodebur se financien competencias de otros ámbitos, como por ejemplo ocurre con algunos programas más propios del área de Bienestar Social y que se deben gestionan a través de los ceas.
Otro gran objetivo del nuevo presidente de Sodebur está en la línea de transferencia de negocios, que no funciona como le gustaría y en este caso no es por falta de recursos económicos. «No puede ser que en el año 2023 tengamos 200.000 euros de presupuesto y no hayamos llegado a cubrir ni el 50%, cuando sabemos que se siguen cerrando negocios en la provincia de Burgos», recalca Carlos Gallo, que pretende implicar tanto a los grupos de acción local como a la Universidad de Burgos a través del convenio firmado el viernes en la lucha por conseguir que esas persianas no caigan para siempre o que, en todo caso, se levanten otras nuevas.