Los más de 8.200 kilómetros de distancia que separan Briviesca de Honduras nunca resultaron un impedimento para que Rodrigo García mantuviera al día a sus abuelos de todo lo que acontecía. O bien por llamadas telefónicas, o a través de las redes sociales los últimos años, el joven escritor absorbió los buenos consejos y adquirió unos hábitos similares a los de sus mayores. Entre ellos, escribir y recitar poesía, una afición que le ha llevado a publicar su segunda obra literaria, Mar de melancolía.

La muerte de una amiga marcó una nueva etapa en una vida nada fácil. Nació hace 24 años con parálisis cerebral y, aunque acostumbra a superar obstáculos a diario, este duro golpe consiguió superarlo gracias a folios en blanco y bolígrafo en mano. Sentado y relajado, comenzó a escribir manera frecuente, sin un día u horario establecido, y solía guardarse sus composiciones para él mismo. En sus textos expresaba todo lo que experimentaba en carne propia y lo que observaba en los demás. También los sentimientos que le generaban ciertas situaciones o ciudades en las que un día viajó, como París, y a las que algún día lo hará. De entre todas, Sevilla y los sevillanos ocupan un lugar especial entre sus prioridades.

La presentación oficial del poemario, compuesto por 19 obras, será este viernes a las 13 horas en el Hospitalillo de la capital burebana. Promete emoción, la misma que él expresa al recitar unos versos que la mayoría nacieron de la más absoluta tristeza. Además de a los abuelos, María Amalia y Tomás, las páginas de este libro diseñado íntegramente por él -a excepción de las cubiertas que las dibujó, que no coloreó, una ilustradora- también recuerdan al tío Antonio José. Tras el éxito de Lucía y su cárabo, y el lanzamiento de este proyecto, 'Rodri' promete letras «para mucho rato».