Asalto a la Casa Blanca

SPC-Agencias
-

Kamala Harris domina el ring en su carrera a la Presidencia con una enérgica campaña y cifras récord de recaudación, mientras Donald Trump espera a dar el 'knockout' definitivo en los debates

Combo de fotografías de archivo que muestra a la vicepresidenta de EE.UU. Kamala Harris (i) y al expresidente Donald Trump. - Foto: EFE/Archivo

El asalto por la presidencia de Estados Unidos vuelve a ser un cara o cruz. A casi dos semanas de haber asegurado su nominación como candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris ha energizado el combate por el título del Gobierno con mítines con récord de asistencia y donaciones millonarias, mientras que su oponente, el expresidente republicano Donald Trump, no termina de asestar el knockout definitivo en forma de relato para convencer a los indecisos de los estados clave.

Cuando apenas quedan 80 días para que den comienzo los comicios -fijados para el 5 de noviembre- la nueva aspirante a liderar la mayor potencia mundial parte con ventaja respecto al magnate, que por el momento solo deja recados por las redes sociales -como en la charla que mantuvo el pasado martes en X con Elon Musk- y prefiere esperar al primer cara a cara del 10 de septiembre para sacar todo su repertorio a relucir. 

En esta última semana, una encuesta publicada por el diario The New York Times ha puesto por delante a la aún vicepresidenta del país, dando un giro a los sondeos y superando por cuatro puntos (50 por ciento a 46) al exmandatario en tres estados muy disputados como Wisconsin, Pensilvania y Michigan. Estos territorios «bisagra» son fundamentales en la carrera por la Casa Blanca, pues en ellos casi ninguno de los dos partidos tienes la victoria asegurada, de ahí su nombre.

Junto a su reciente fórmula vicepresidencial, Tim Walz, Kamala Harris dio inicio esta semana a una gira por varios estados clave, comenzando por California -de carácter demócrata- donde congregó en San Francisco a los simpatizantes que le ayudaron a construir su carrera política, que la recibieron en medio de una gran ovación en un evento donde recaudó 12 millones de dólares.

Con la confirmación de Joe Biden de no presentarse a la reelección, Harris está revitalizando la campaña del bando que todavía preside EEUU, centrando sus esfuerzos en colecta grandes cantidades de dinero y exhibiendo una energía muy distinta a la del actual dirigente, criticado durante los últimos meses por compañeros y rivales por sus lapsus de memoria.

«Tenemos que tocar puertas, debemos registrar a la gente para que vote, hay que conseguir que la gente vaya a las urnas. Y cada día cuenta. Vamos a ganar, pero no demos nada por sentado», avisa Harris, que terminó el sábado una maratónica gira en el estado de Arizona, donde Biden obtuvo la victoria en 2020 por un estrecho margen de votos.

La nativa de Oakland aseguró los sufragios necesarios para conseguir la nominación el pasado 5 de agosto, con lo que ha logrado apoyos nunca antes vistos como el del comité político de LULAC, la organización hispana más antigua en Estados Unidos, que le dio su respaldo, el primero que hace la institución a un candidato presidencial en sus 100 años desde su fundación.

El entusiasmo es tal que Biden ha anunciado que se lanzará a secundar la candidatura de Harris con eventos de campaña en estados clave, incluyendo Pensilvania. El mandatario expresó que estaba dispuesto a hacer «lo que sea que ayude más» para conseguir que la actual vicepresidenta derrote a Trump.

Estancamiento

Por parte del partido republicano, tanto el expresidente como su número dos, J.D. Vance, se encuentran en standby. Estancados en la inmigración, mientras sus rivales aceleran, el magnate ha puesto el freno a sus mítines, esperando los debates.

Su última aparición en público la hizo el pasado 8 de agosto en Mar-a-Lago, precisamente el lugar donde la Justicia del país le hizo una redada para confiscar documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca, y por la que ya ha interpuesto una demanda por 100 millones de dólares. El pasado martes, mantuvo una charla virtual con Elon Musk en X, en la que aprovechó para poner en entredicho el intelecto de los votantes de Harris. «Si votas por ella deberías mirarte la cabeza», afirmó, haciendo hincapié en la «mala situación» que atraviesa EEUU en materia fronteriza, económica y criminal.

Trump ha seguido en sus trece con la inmigración. «La caída de Harris será definitiva cuando la población se entere del mal trabajo que ha hecho en la frontera con México», criticó.