60 pistas acorralan a los asesinos de Barbate

Agencias
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Seis meses después de la muerte de dos guardias civiles tras ser embestidos por una narcolancha en Cádiz, el Instituto Armado tiene todo bien atado para capturar a los autores

El área de La Línea de la Concepción y Gibraltar se ha convertido en los últimos años en el epicentro de la delincuencia de sustancias estupefacientes. - Foto: Reduan (EFE)

Todo el trabajo y la presión del Instituto Armado en la zona del campo de Gibraltar se ha centrado en los últimos seis meses en acorralar y dar caza a los presuntos asesinos de dos guardias civiles que el pasado 9 de febrero fueron embestidos por una narcolancha cuando hacían labores de vigilancia en el mar. Según la Comandancia de Cádiz, la Guardia Civil cuenta con hasta 61 indicios que apuntan a los supuestos autores, ya identificados, de la muerte de estos dos policías.

Después de que se comprobara que la primera narcolancha sospechosa, pilotada por Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, no fue la que arrolló a la patrullera y que ninguno de los detenidos en primera instancia -seis en total- participaron en los hechos esa trágica noche, las pesquisas no han cesado y siguen dando resultados.

Los seis detenidos fueron puestos recientemente en libertad por el juez que instruye el caso, en tanto que prosiguen las investigaciones de una pieza separada, que ya está prosperando, como la identificación del piloto de la embarcación, cuyo nombre es Karim, y de sus acompañantes aquella noche, según indican fuentes próximas a la investigación.

Unas pesquisas que llevan a cabo agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado y de la Policía Judicial de la Comandancia en Cádiz.

Ahora es la embarcación pilotada por Karim la sospechosa y sobre la que giran todas las investigaciones. La historia reciente de esta embarcación no tiene desperdicio, ya que fue intervenida el pasado marzo por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Huelva cuando navegaba a 20 millas náuticas al sur de la playa de La Antilla con casi un centenar de garrafas de gasolina.

La sorpresa vino cuando los uniformados comprobaron que la neumática semirrígida, de unos 7.000 kilogramos de peso, tenía daños comparables con los impactos contra la patrullera de la Guardia Civil en la que murieron los dos compañeros.

Además, los investigadores están convencidos de que esa narcolancha fue la empleada por los autores de los hechos, que intentaron camuflarla quitando la cinta que cubría su antena para desviar así la atención de los agentes.

Sin embargo, el Instituto Armado ha elaborado una relación con hasta 61 vestigios para incriminar a los presuntos asesinos. Una minuciosa inspección que busca hasta ADN de los autores entre las numerosas evidencias recopiladas por el Servicio de Criminalística del Cuerpo.

Fragmentos del casco de la narcolancha con raspones, las hélices, tubos de dentífrico, medicamentos como aerosoles, botes de vaselina, de yogur, pasamontañas, botellas de agua, un jersey, bote de champú, guantes, zapatillas deportivas, mecheros, regaliz... son algunos de los objetos recogidos por la investigación para inculpar a Karim y a sus compinches.

Posible detención

Precisamente, las declaraciones de los seis primeros detenidos que fueron posteriormente puestos en libertad a finales de julio señalaban al piloto de esta lancha rápida capturada en Huelva y a sus tres cómplices como parte implicada en la embestida a los agentes de Barbate.

De ser así, destacan fuentes conocedoras del caso, la detención de estos cuatro podría estar cada vez más cerca, una vez de estas personas ya están identificadas. 

La autoridad judicial decidió poner en libertad a los seis primeros arrestados que estaban en prisión desde febrero tras un acuerdo con la Fiscalía. Estos permanecían en prisión provisional ya que, aunque se descartó que su narcolancha fuera la que embistió a la patrullera, eran investigados por delitos de contrabando, pertenencia a organización criminal, resistencia y desobediencia.

Los nuevos indicios presentados por la Guardia Civil apuntan claramente a Karim, que había sido señalado por algunos acusados, testigos y defensas como el piloto de la semirrígida que mató a los agentes David Pérez y Miguel Ángel González.

Y no se descarta que el tío de Karim -Abdellah El Merabet, conocido como Pus Pus y muy ligado al narcotráfico a ambos lados de la frontera- estuviera dando protección al sospechoso desde que este se fugara a Marruecos.

Pus Pus es un viejo conocido de las Fuerzas de Seguridad. Posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos e, incluso, un yate que suele fondear en un pantalán de Puerto Banús en Marbella, de color blanco y de dos plantas, valorado en unos 500.000 euros.

Los investigadores creen que Abdellah El Merabet es el jefe de la organización a la que pertenecían los ocupantes de la narcolancha y dueño de esta embarcación.