«Estabilidad y certidumbre» para que las empresas de Castilla y León puedan seguir desarrollando su actividad. Este es el compromiso verbalizado ayer por le presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a los empresarios de la Comunidad tras la reestructuración del Ejecutivo autonómico ante la salida de Vox. Junto a esta declaración de intenciones, el máximo dirigente de la Comunidad animó al sector productivo autonómico, en especial al agroalimentario, a que continúen con su apuesta por la innovación y por la ampliación del mercado, que redundará en el «futuro» de la Comunidad. «Son más de 150 millones en un par de años que ponen de manifiesto el compromiso desde el Gobierno de Castilla y León con la industria agroalimentaria», certificó Fernández Mañueco, que a continuación llamó a «seguir trabajando» desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, con la nueva consejera María González Corral a la cabeza, para «avanzar al futuro» a través del nuevo Plan Estratégico de la Industria Alimentaria de Castilla y León. Plan que según recordó verá la luz «en breve».
Compromisos que significó durante su participación en el acto de celebración del 50 aniversario de Agua Bezoya, en la planta que esta marca del grupo Calidad Pascual, tiene en la localidad segoviana de Ortigosa del Monte. En su discurso, Fernández Mañueco aseguró que esta compañía encarna «algunos de los aspectos que hacen poderosa a la industria agroalimentaria» de Castilla y León, que recordó que «aporta al PIB más que la automoción, que ya es decir». Un sector ante el que el presidente de la Junta afirmó que el Gobierno autonómico «va a estar del lado», que genera 44.000 empleos en la Comunidad, con iniciativas como la convocatoria de ayudas para las empresas del ámbito agroalimentario, la «más importante» para el sector y que se resolvió por en torno a 83 millones, con una segunda ahora en marcha por 70 millones.
«Son más de 150 millones en un par de años que ponen de manifiesto el compromiso desde el Gobierno de Castilla y León con la industria agroalimentaria», certificó Fernández Mañueco, que estuvo acompañado en el acto por los dos nuevos consejeros del gobierno autonómico, la responsable de Agricultura, María González Corral, y el de Movilidad y Transformación Digital, el segoviano José Luis San Merino, además de Juan Carlos Suárez-Quiñones, titular de Medio Ambiente y Vivienda.
Buque insignia
«Es un ejemplo de empresa familiar duradera que apuesta por la innovación y el éxito», señaló el presidente de la Junta, en declaraciones recogidas por Ical, donde también valoró la generación de «mucha actividad económica en el entorno», que se traduce en «empleo y fijación de población». Es por ello que agradeció a la compañía «su compromiso con Castilla y León, especialmente con la provincia de Segovia y Aranda de Duero», y calificó a la marca como «buque insignia» de la industria agroalimentaria de la Comunidad y «la perfecta metáfora del dinamismo de Castilla y León».
Por ello, animó a la compañía a «seguir innovando y conquistando mercados» antes de reiterar su enhorabuena por las «bodas de oro» de Bezoya y «por haber apostado y seguir apostando por Castilla y León como tierra de oportunidades en la que merece la pena invertir y vivir».
Por último, Fernández Mañueco hizo mención a la apuesta de Bezoya por las renovables como fuentes del cien por cien de la energía que utiliza en sus fábricas para destacar que esa apuesta por las energías limpias también se da en Castilla y León como «comunidad líder» en esta materia con un compromiso «firme» por la economía circular.
De hecho, aseguró que el Grupo Pascual ha demostrado tanto en Ortigosa del Monte como en Trescasas que «el desarrollo empresarial es compatible con la protección del entorno» en una comunidad que tiene «la mayor superficie de la Red Natura 2000».