Falta de personal y pedidos alarga el parón estival del metal

I.E. / Burgos
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Las empresas detendrán su actividad más tiempo que otros veranos por la dificultad de sustituir a la plantilla y porque no hay tanto trabajo como en otros ejercicios

Foto de archivo de una empresa de Villalonquéjar. - Foto: Luis López Araico

El sector del metal, y el de la automoción en particular, atraviesa un momento de incertidumbre debido, principalmente, a que el mercado del automóvil -grandes compañías incluidas- no se decide por apostar por una tecnología concreta de futuro. El coche eléctrico no termina de arrancar, el gas se hace un hueco, los diésel y los gasolina siguen fabricándose y la opción del hidrógeno aparece en el horizonte como una posibilidad nada descartable. La gran industria se muestra cautelosa a la hora de afrontar su gran reestructuración tecnológica y las ventas -aunque este año suben algo- no llegan a las cifras de años anteriores. Las decisiones políticas tampoco ayudan.

Toda esta situación afecta a las empresas de componentes de la provincia, que no atraviesan una crisis -apenas hay expedientes de regulación en marcha en Burgos- pero tampoco pasan por su mejor momento. Y, para colmo, el mercado laboral tampoco aporta los perfiles que las empresas precisan. Con todas estas premisas sobre la mesa, «habrá este verano más factorías que hagan paradas de producción y estas serán más largas». El mes elegido será el de agosto. En esta afirmación coinciden tanto patronal como sindicatos. «Se parará más que en años anteriores», convienen.

Sin embargo, no coinciden tanto en el análisis acerca de las causas que llevan a las empresas a alargar estos periodos en los que se detiene el funcionamiento de las factorías. Para Andrés Hernando, presidente de la Federación del Metal de Burgos (Femebur), el motivo principal reside en las dificultades que tienen las compañías para sustituir a sus plantillas titulares. En términos futbolísticos, no hay banquillo de garantías. La industria del metal requiere «un alto grado de especialización de la mano de obra, también de los peones, que han de llevar a cabo una formación previa muy exigente».

Además, la legislación cada vez es más dura en las obligaciones que impone a las empresas a la hora de formar a todos sus trabajadores en seguridad. «Así que contratar para periodos cortos se ha puesto muy complicado», resume. De modo que muchas empresas deciden «hacer paradas o alargarlas más durante las vacaciones veraniegas, momento que también aprovechan para el arreglo de equipos y la puesta a punto de la planta».

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