No atraviesa Gamesa, multinacional puntera del sector de la energía eólica, su mejor momento. Los sindicatos y la compañía ultiman la discusión de un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) que se prolongaría hasta 2026. La dirección alega causas productivas y organizativas para poner en marcha esta medida laboral, que en principio choca con la intención de ampliar sus instalaciones en Lerma, dedicadas al ensamblaje de las multiplicadoras para los aerogeneradores.
Sin embargo, tal y como apuntan fuentes presentes en la negociación de esta regulación para la plantilla, la empresa ha transmitido a los trabajadores que no renuncia a la idea de expandir su fábrica del polígono Vega de Santa Cecilia. Durante las reuniones que se han sucedido en las últimas semanas para concretar el ERTE, la dirección de la planta de la villa ducal les ha confirmado su deseo de contar con más espacio para crecer. Este se dedicaría a un aumento de capacidad de producción y la incorporación de un montaje adicional al que actualmente se realiza que tanto demanda el sector de las energías renovables.
Aunque no lo tienen garantizado, sí que han adelantado que pelearán por lograr la financiación y el beneplácito de la dirección a nivel internacional. Creen desde Lerma que dar el paso y aumentar sus prestaciones aseguraría el futuro de la planta en la provincia a largo plazo, aunque por el momento no tienen nada garantizado.
La modificación puntual con ordenación detallada de las normas subsidiarias que se tramita en el Ayuntamiento de Lerma permitirá mutar de suelo no urbanizable común a urbano consolidado 96.364 nuevos metros cuadrados. Los terrenos en los que se proyecta esta ampliación, ubicados al oeste del complejo industrial, resultan «inmejorables» tal y como se detalla en el estudio presentado ante el Consistorio ya que se encuentran junto a los que ocupa la actual fábrica.
Hasta la fecha Gamesa tan solo ha presentado esta petición, que el Pleno aprobó. Sin embargo, nada se ha avanzado en la posible compra de las parcelas, que permitirían un aprovechamiento máximo de 33.580 metros cuadrados por hectárea, por lo que la edificabilidad sería de unos 34.500 metros cuadrados. En caso de que la dirección de la empresa a nivel internacional acepte la idea de invertir más dinero en Lerma, ese paso -la recalificación de los terrenos- estaría ya dado, lo que facilitaría más si cabe la expansión de Gamesa.
(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)