El legado más íntimo de Martín Gaite

Agencias
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Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, el Instituto Cervantes guarda en la caja de las Letras toda su obra, cartas y fotografías inéditas, así como una boina de la escritora

El material perteneciente a la novelista llega a la sede madrileña del instituto del español - Foto: Jesús Hellín (Europa Press)

'Fue una de las escritoras más destacadas del siglo XX, que rechazó hasta en cinco ocasiones entrar en la Real Academia de la Lengua. Coincidiendo con el centenario de su nacimiento,  buena parte del legado de Carmen Martín Gaite se guardó ayer en la caja de las Letras del Instituto Cervantes. 

La institución rindió homenaje a la escritora con la custodia de materiales tales  como cartas inéditas y libros descatalogados. «El legado consiste en las obras completas de  Martín Gaite, cuyos tres primeros volúmenes fueron destruidos, es decir, están descatalogados, así como en la correspondencia con Juan Benet. A ello se suman fotografías familiares inéditas, dos postales manuscritas a su madre y a su padre y un objeto muy significativo de la representación pública de la autora, una boina con su correspondiente broche», tal y como detalló José Teruel, autor de la biografía de Martín Gaite, obra galardonada con el Premio Comillas 2025.

Con su libro, Teruel ha querido «revivir» ante el lector los momentos capitales sobre los que giraba la vida de la escritora, a través de las relaciones que mantuvo consigo misma, hecho «fundamental en un discurso autobiográfico», y con los demás.

El escritor explicó ayer en la sede del Instituto Cervantes que su relato biográfico «gira en torno a tres grandes pivotes: la biografía íntima de la ensayista, la construcción de la imagen pública y la exégesis de su obra». 

Teruel conoció a Martín Gaite en 1986, cuando ella, tras leer un artículo suyo sobre la memoria y sus escondites en El cuarto de atrás (1978), le telefoneó para decirle que le había gustado. «Me invitó a su apartamento de doctor Esquerdo y tomamos un té, lo recuerdo perfectamente», señaló. A partir de ese momento, ambos coincidieron en varias ocasiones, aunque no entablaron una relación de amistad íntima sino «un trato muy cordial, pero esporádico». De ese trato directo, Teruel pudo deducir que Martín Gaite «era una persona accesible».

Según indicó, después de la muerte de su hija Marta, la escritora afirmaba que «la literatura era lo único que ella tenía».

A lo largo de once capítulos, Teruel traza la vida y personalidad de la autora salmantina mediante sus antecedentes familiares, los años de formación en Salamanca y su amistad con Ignacio Aldecoa, su matrimonio y separación con Rafael Sánchez Ferlosio, su relación con su hija Marta y sus últimos años de vida en soledad.

"Saber decir no"

 El autor desveló en el acto de homenaje que  Martín Gaite rechazó en cinco ocasiones ser candidata a entrar en la Real Academia de la Lengua (RAE). Según afirmó, la escritora solía decir que «hay que saber decir no porque si no te pueden nombrar hasta ministro».  Teruel intercambió correspondencia con la novelista, unas cartas que también depositó ayer en la Caja de las Letras.

Según remarcó, la ensayista «fue una persona «poliédrica, con fisuras y cambios continuos de humor, marcada por su matrimonio».

La biografía  cuenta que el último libro que leyó la novelista fue Un soplo de vida, que Clarice Linspector escribió a su vez cuando estaba a punto de fallecer. «Ella era muy consciente de que se moría», reflexionó Teruel, antes de subrayar que el libro también analiza analiza la escritura final «de supervivencia» que desarrolló Martín Gaite en sus últimos años de vida.