Las cosas de palacio van despacio, y las de las administraciones parece que también. La disputa entre la Universidad de Burgos y la Consejería de Educación respecto a la titularidad de una parcela que ambas defienden como suya continúa sin dirimirse, teniendo en cuenta que dicha polémica no es nueva y que se remonta a hace 16 años. El terreno afectado es el antiguo campo de fútbol del polígono docente del Vena y lo último que se conoció al respecto pasaba por el anuncio de la institución académica de presentar una demanda para que fueran los tribunales los que decidieran sobre la propiedad del mismo.
La UBU manifestó esta intención en julio de 2023 y después de mantener conversaciones al respecto con la Junta, si bien por el momento no se ha presentado ningún contencioso. «De momento no se ha interpuesto ninguna demanda porque se mantiene abierto el proceso de negociación», explican fuentes de la entidad docente, quienes insisten en reivindicar la propiedad de este suelo, si bien se desconoce si esta se ha marcado algún plazo para acudir a la vía judicial en caso de que las conversaciones no acaben llegando a buen puerto. Por lo momento, agregan, que estas continuarán en enero, una vez que tome posesión el nuevo rector, José Miguel García.
El asunto saltó otra vez a la palestra en verano de 2022, cuando la institución académica avanzó unos planes respecto a esa parcela que pasaban por la posibilidad de sacarla a subasta como vía de financiación para poder dar una solución a los problemas de espacio que plantea el campus y que, desde el pasado octubre, se han visto acrecentados con la futura implantación del grado de Medicina en septiembre de 2026. Se trata de un antiguo campo de fútbol de unos 10.000 metros cuadrados, ubicado en la calle Francisco de Vitoria, y que, según avanzó en su momento el rector saliente, Manuel Pérez Mateos, está contemplado para uso residencial en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
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