El grupo municipal de Vivir en Tobalina quiso conocer en el último pleno qué avances se han llevado a cabo para tratar de esclarecer el motivo del desprendimiento de toneladas de roca el pasado 8 de agosto en el Peñón de Pedrosa de Tobalina y qué soluciones se van a dar a un lugar concurrido por miles de personas cada año. La alcaldesa, Raquel González, admitió que aún se desconoce el origen de lo sucedido y por ello tampoco se ha celebrado el anunciado encuentro con responsables de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), mientras que el mirador de la cascada y la zona de baños siguen clausurados desde el día del desprendimiento.
González señaló que "cuando vayamos a la Confederación queremos tener una idea clara de cómo se ha podido producir el desprendimiento e ir con un estudio bien planteado". Asimismo, la alcaldesa avanzó que "los técnicos tienen que analizar la zona", pero "está pendiente que el concejal de Obras contraste la opinión del exalcalde pedáneo". La regidora se refería a la teoría de José Antolín, quien está convencido de que el deterioro del aislamiento de las paredes del canal, que discurre por encima del farallón de roca que se desprendió y que conduce agua a la cercana minicentral hidráulica del antiguo molino, está en el origen de lo ocurrido. Ese deterioro podría haber producido la filtración de gran cantidad de agua y afectar a las rocas, cuya caída obligó a desalojar el 8 de agosto a un centenar de personas que disfrutaban del baño en el río Jerea.
Cuando se desprendieron las rocas en agosto salía agua de la pared y tras cortarse el paso del agua por el canal y detenerse el funcionamiento de la central hidráulica, la salida de agua ha desaparecido. Si se vuelve a dar paso al agua por el canal y vuelve a aparecer agua en la pared de roca parece que sería claro el origen de las filtraciones. La otra teoría que maneja el edil de Obras, Alberto Fernández, esta relacionada con el agua de un antiguo manantial que se sacó de la red de saneamiento y que podría haber llegado a la roca del Peñón, aunque el exalcalde pedáneo desecha esa posibilidad, porque en agosto ese manantial apenas lleva agua.
Seguridad vial. Pedrosa fue también protagonista del debate en el pleno por otro motivo, el proyecto de mejoras de la seguridad vial que está ejecutando el Consistorio estos días. Fue la edil de VT, Nerea López, quien preguntó por los cambios que ha sufrido el proyecto inicial aprobado por Resolución de Alcaldía el pasado febrero. La concejal de la oposición reprochó al equipo de gobierno que se hayan reducido las medidas disuasorias para que los conductores reduzcan la velocidad en la travesía de Pedrosa, con casi 2 kilómetros de recta, en los que ha habido varios atropellos, uno mortal.
Inicialmente se iban a instalar seis reductores de velocidad, zona de bolardos y dos radares pedagógicos, pero los reductores se han quedado en cuatro, a pesar de que el proyecto original contaba con el visto bueno de la Consejería de Fomento, al tratarse de una carretera regional. Asimismo, López de la Fuente criticó que la travesía de Pedrosa vaya a contar con las mismas medidas que la de Quintana Martín-Galíndez, a pesar de que esta última tiene la mitad de distancia.
Ante ello, tanto la alcaldesa como el teniente alcalde, José Ramón Bergado, mostraron su confianza en que estas medidas den resultado y señalaron que se eliminaron reductores de velocidad ante las dudas de su efectividad. La regidora indicó que "los radares pedagógicos -que alertan a qué velocidad se circula- nos van a indicar si el tráfico reduce la velocidad y ya estamos viendo que los conductores si tienen una respuesta positiva". Los datos de los radares se van a recoger y estudiar para conocer su efectividad y, "si no son efectivos, habrá que incrementar las medidas de seguridad", señaló González. Evitar los ruidos que los vehículos pesados hacen al pasar por los reductores de velocidad fue otro de los motivos que dio la alcaldesa para explicar el cambio del proyecto en Pedrosa.