La temporada estival trae consigo el buen tiempo y, con ello, planes tan apetecibles como pasar el día en la playa, pegarse un chapuzón en la piscina o regresar al pueblo. Los más afortunados durante esta época sin duda son los más pequeños de la casa, que disfrutan de dos meses de vacaciones. En ocasiones los padres, trabajadores que no disponen de tantas vacaciones como sus hijos, no pueden ofrecerles toda la diversión y entretenimiento que se merecen. Para ello, la escuela de monitores de ocio y tiempo libre Voluntared organizó un campamento urbano del 24 de junio al 26 de julio en el Colegio La Merced, cedido por Jesuitas. El lema durante las cinco semanas de campamento ha sido 'Descubre tu magia con Voluntared', para inculcar valores de empatía, confianza y superación, entre otros. Con la ayuda de seres fantásticos, como hadas, brujas y sirenas, se han centrado en demostrar a los 287 pequeños participantes que son capaces de hacer magia con ellos mismos y su entorno.
A pesar del rango de edad tan amplio al que estaba destinado este campamento, de 3 a 12 años, no supuso ningún problema. Los 18 monitores adaptaron las actividades según la edad dividiendo a los participantes en dos grupos: por un lado, los menores que se encuentran en cursos de infantil y, por otro lado, los que ya estudian la educación primaria. Cada semana había integrantes nuevos, puesto que estaba planteado para inscripciones semanales, aunque si algún pequeño se lo había pasado en grande podía repetir.
Se comenzaban a las 9:30 de la mañana, o a las 8:00 para los más madrugadores, con tiempo libre en el que jugaban en hinchables. Después, realizaban ejercicios de taichí o juegos lúdicos. Posteriormente, los monitores presentaban el itinerario del día con un teatro. Acto seguido daban comienzo los talleres y resolvían una gincana. Para finalizar, todos se refrescaban en un par de piscinas que habían instalado en el patio del colegio. «Facilitamos un buzón de los deseos para que los niños pudieran comentarnos alguna actividad que les apeteciese y el viernes lo intentábamos incluir en el programa», recuerda Juan José Ángel Madrid, director de Voluntared. Aunque, comenta que había propuestas inalcanzables, como la de una niña que había acudido acompañada de su hermana, quien dependía de una silla de ruedas, y pedía que volviese a caminar. «La clausura fue todo un éxito, porque hicimos la puesta en escena de una canción del campamento para los padres», recalca entre risas.
Este es el quinto año que Voluntared realiza un campamento urbano. Además, han llevado a cabo un campamento internado de 10 días para 60 estudiantes del Colegio La Merced y otros 10 campamentos en varios pueblos burgaleses. «Nos supone un esfuerzo desplazarnos hasta los pueblos, pero apostamos por lo rural y llevar el ocio en clave educativa». Sus campamentos presentan el imperante objetivo de instruir a los menores buenos valores mientras disfrutan del ocio. «Intentamos mirar al corazón del niño para que se sienta protagonista y querido».