Juan José Cuezva de Mata, un jubilado burgalés de vacaciones en Cuba, fue confundido el pasado domingo con un opositor al régimen y retenido y golpeado por una pareja que se identificó como policía, según la denuncia formulada desde La Habana por las Damas de Blanco y confirmada aquí por su hermana Natividad, perteneciente a una familia de comerciantes muy conocida en la capital -han regentado hasta 4 mercerías- y en San Martín de Ubierna, de donde proceden.
El incidente ocurrió cuando el turista apuraba su mes de vacaciones en la isla.Su familia -muy extensa, ya que son 9 hermanos- aún no ha podido hablar por teléfono con él, por lo que Nati, con la que vive en la capital, acudió ayer a las autoridades policiales burgalesas, acompañada por unos sobrinos, para constatar que se encontraba bien y que podrá regresar a España en unos días, como tenía previsto.
Mediante un vídeo colgado en YouTube y enlazado como noticia por El Diario de Cuba, el propio Juan José explica cómo el pasado domingo tomó una ‘guagua’ (autobús) para ir a misa a la iglesia de Santa Rita, en cuyo exterior se reúnen todas las semanas integrantes de las Damas de Blanco, un movimiento de oposición castrista liderado por esposas y familiares de presos cubanos.
Primero le pidió al conductor del bus que le avisase de la parada, pero una mujer se ofreció a hacerlo porque iba al mismo lugar.Puede que ese gesto despertase los recelos de una pareja que le abordó instantes después y tras empujarle contra una pared, explica, le retuvieron. «Me metieron en el coche, me dieron dos vueltas a una manzana y se pararon», prosigue.Solo entonces le pidieron la documentación.«Les entregué el pasaporte, vieron que estaba bien, llamaron no sé dónde, imagino que a la central», y después le dejaron ir, añade.
Miembros de Las Damas de Blanco apoyan a Juan José en el vídeo, donde denuncian la agresión sufrida por «los esbirros del Gobierno, que lo metieron contra una pared y le golpearon», sin que supiera qué ocurría.Según este relato, una de las mujeres presenció el incidente e intervino en su defensa.«Yo me les acerqué y les dije que eran unos asesinos y unos abusadores, que le dejasen tranquilos».
A juicio de estas mujeres, los sucedido debe ser una muestra «para España, que tanto se solidariza con la dictadura de los Castro» y para el mundo «de cómo aquí no se respeta ni el derecho de los cubanos ni siquiera el del extranjero que quiere venir a visitarnos.Aunque quisiera venir a vernos a nosotros, no tienen por qué prohibirle a ningún ser humano su libertad», remarcan.
«Todo lo que le han hecho a él es lo que nos hacen a nosotros, hermanos y hermanas, todos los domingos», denuncian en una grabación que en algunos momentos está rotulada con datos personales de JuanJosé y que acaba con sendos ‘¡Vivan los derechos humanos!’ y ‘¡Abajo la dictadura!’.