Horas después de proclamarse campeona nacional sub23 de 100 y subcampeona de 200 en San Amaro, Lucía Carrillo se unió al equipo de relevos de 4x100 que irá a los Juegos Olímpicos de París. La burgalesa se incorporó a la dinámica de las seis atletas españolas preseleccionadas y presentes en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Aunque es consciente de que la situación más probable es que no acuda a la cita en tierras galas «en el fondo siempre hay una pizquita de ilusión».
Y es que la velocista local no quiere volver a ilusionarse, ya que la decepción fue máxima cuando hace dos semanas la Real FederaciónEspañola de Atletismo (RFEA) no incluyó su nombre en la lista de atletas olímpicos. En su lugar, llamaron a Jaël Bestué, Paula García, Sonia Molina-Prados, Esther Navero, Paula Sevilla y Maribel Pérez. Eso sí, el dudoso estado físico de esta última es el que todavía no le cierra las puertas del todo a Lucía Carrillo.
«Van seis chicas y yo soy la séptima. Maribel Pérez está con el 'isquio' roto y si esta semana no logra recuperar bien entraría yo por ella», recordó la burgalesa, cuyo objetivo también es recuperarse al cien por cien en una concentración que arrancó ayer y que terminará el 21 de julio. Eso sí, antes ya sabrá si será o no olímpica. «Tengo que estar con el equipo y aunque no corra, aprovecharé en la concentración para recuperarme con los 'fisios' de allí», añadió Carrillo respecto a las molestias que le provocó el competir en seis carreras en apenas dos días el pasado fin de semana.
«La Federación no me ha comentado nada. Solo sé que tengo que ir como reserva a la concentración por si en algún momento me toca salir. Solo me queda disfrutar de volver a correr como he hecho tras la lesión y ser consciente de todo lo que he conseguido. Si me llevan pues estaré encantada, pero no me quiero confiar ni ilusionar porque ya me llevé el chasco. Esta semana lo veremos», concluyó Lucía Carrillo.