Del Ayuntamiento al Ministerio de Cultura, y ahora de vuelta al primero, que es el que parece tener en este momento la pelota en su tejado respecto a la marcha del proyecto de rehabilitación del antiguo Hospital de la Concepción, que compartirá usos universitarios (el edificio es propiedad de la UBU) con la sede del Archivo Histórico Provincial. La cartera que dirige Ernest Urtasu asegura haber enviado ya al Consistorio la documentación requerida, sobre la que precisa que «se trata de una subsanación de deficiencias que no suponen modificaciones significativas» en el trabajo realizado por el estudio adjudicatario de su redacción, aludiendo en este sentido a la «solicitud de más información» por parte de 3 áreas municipales: Arquitectura, Infraestructuras y Bomberos.
Las mismas fuentes del citado departamento gubernamental rechazan que el proyecto haya sido «devuelto» al Ministerio por parte de la Administración local, con cuyos técnicos, según sostiene, se mantiene una relación de «colaboración». Por todo ello, agregan que «se espera que la licencia de obras se obtenga en las próximas semanas». El rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, acota un poco más la fecha después de la reciente reunión mantenida en Madrid con el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Isaac Sastre, y señala a este mismo mes de febrero. «Hemos recibido el compromiso de que las obras de recuperación del edificio se sacarán a concurso antes de verano siempre y cuando el Ministerio reciba este mes dicho permiso», sostiene, no sin antes lamentar la «demora» municipal a la hora de revisar el proyecto y de comunicar los aspectos que debían modificarse.
El proyecto básico y de ejecución fue remitido al Ayuntamiento en junio del año pasado, conociéndose a principios de este ejercicio que debían corregirse cuestiones relacionadas con la seguridad y los sistemas antiincendio. En este sentido, Pérez Mateos afirma que, según la información recibida por parte del Ministerio, se trata de cuestiones «menores», por lo que exige al Ayuntamiento «máxima celeridad» y que «priorice» esta actuación «especialmente significativa para la ciudad con el fin de que no acumule ya más retrasos», algo que viene sufriendo desde que en mayo de 2018 se firmó el primer protocolo de colaboración entre las instituciones implicadas (Ministerio, Junta, Ayuntamiento y UBU).
Ha sido el propio rector el que solicitó mantener un encuentro con los responsables ministeriales una vez que se conoció la entrada del nuevo ministro (Sumar) en sustitución de Miquel Iceta (PSOE) para estar al día de la situación de dicha intervención. Se muestra «tranquilo» y «satisfecho» por los compromisos obtenidos que, además de esa previsión de licitación, pasan también por la cuestión económica.
«Es uno de sus proyectos más importantes que tienen y cuenta con la financiación necesaria para licitar las obras», precisa, añadiendo en este sentido que no se verá perjudicado por el retraso en la aprobación del presupuesto de 2024 porque la partida «ya está reservada», ni tampoco por haberse incrementado notablemente su presupuesto, que ha pasado de 21,2 a 29,6 millones, asumidos por Cultura en su totalidad, debido al aumento generalizado de los precios.
Lo que no recibió el rector fueron fechas respecto al inicio de los trabajos, ya que la actuación lleva consigo una compleja tramitación administrativa, además de que tras obtener la licencia deberá pasar por el Consejo de Ministros.