¡Cómo hemos crecido!

R.E. MAESTRO / Tardajos-Cogollos
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Tardajos y Cogollos presumen de convertirse en dos de los pueblos que más aumentan su población en el último año. Tienen todos los servicios a mano, buenas comunicaciones y tranquilidad, además de amplias casas para vivir

Alexandra, Adrián y su niña, Pilar, se han comprado una casa en Tardajos y han llegado con la intención de quedarse. - Foto: Alberto Rodrigo

De Vitoria a Tardajos. Alexandra, Adrián y su niña, Pilar, se han trasladado al medio rural burgalés porque buscaban alejarse del ajetreo de la ciudad y asentarse en un pueblo. «Esto la verdad que tiene de todo; estábamos hartos de la ciudad y esto es una maravilla, el cambio a mí me ha encantado», comenta ella, que no echa de menos los atascos para ir al colegio y reconoce que ahora llega a todos los sitios andando en tan solo unos minutos.

El hecho de tener todos los servicios a mano se alza como uno de los aspectos que más valora esta pareja. «No tengo que ir a Burgos prácticamente para nada y si quieres un poco de jaleo pues en 10 minutos estás; buscábamos tranquilidad», comenta Alexandra. La familia de su marido es de Tardajos y por eso ya lo conocían un poco. También miraron algo cerca de Vitoria, pero los altos precios les echaron para atrás. Así, han decidido adquirir ahora una casa vieja que ya están reformando.

La niña tiene cuatro años y Alexandra reconoce que al principio le costó el cambio. Pero después de unos meses ya se ha adaptado perfectamente. «Era un cambio de cole, de amigas y de su entorno... Pero ahora está encantada, tenemos aquí el colegio a cinco minutos de casa andando, hay parque y muchas actividades», menciona. Además, valora especialmente ese trato tan cercano que existe con todos los vecinos. «En Vitoria igual te saludabas y poco más, aquí si necesitas cualquier cosa tienes a alguien y conoces a todo el mundo», manifiesta, mientras valora especialmente la tranquilidad y la cantidad de espacios verdes de los que puede disfrutar en este momento. Y ya no planea moverse. «Otra mudanza no hago», bromea.

Miguel, de 79 años, lleva toda la vida en Cogollos y ha visto el cambio del pueblo.Miguel, de 79 años, lleva toda la vida en Cogollos y ha visto el cambio del pueblo. - Foto: Alberto Rodrigo

Estábamos hartos de la ciudad y buscábamos tranquilidad. Aquí tenemos todos los servicios a mano» 

Desde el Ayuntamiento también exponen la amplia oferta de actividades que poseen, que incluye talleres de cocina, de decoración, de juegos, ludoteca... «Buscamos tener un punto de encuentro y que haya una cohesión social entre todos los vecinos de la localidad», comenta Lorena, trabajadora del Ayuntamiento y que reside en este municipio. «Aquí tenemos de todo, hay tienda, carnicería, farmacia, bancos...», expone. Muchas personas les suelen preguntar por las casas que se venden o alquilan en el pueblo, aunque la gran demanda hace que las ofertas no duren demasiado tiempo en el mercado. «Se compran muy rápido y muchos interesados son jóvenes que quieren asentarse aquí», desarrolla.

En Tardajos han aumentado su población con 61 nuevos vecinos y ya alcanzan los 864, mientras que en el caso de Cogollos han sumado 59 hasta llegar a los 677. En este segundo municipio han experimentado un gran cambio y quienes llevan allí viviendo toda la vida reconocen que las zonas de las urbanizaciones han provocado ese aumento del censo. «Ha subido mucho esto», dice Miguel, de 79 años y que siempre ha residido aquí. Pese a ello, los servicios no han aumentado -tienen dos bares- y para comprar suelen llegar los clásicos camiones o furgonetas.

Todas las semanas nos preguntan si   se alquilan casas aquí», reconoce el regidor de Cogollos

Sonia y Begoña gestionan desde hace un año la taberna de la localidad, aunque llevan muchos años -unos 16- allí viviendo y reconocen lo mucho que ha crecido. Para muchos es un pueblo dormitorio y su día a día lo desarrollan en la ciudad, pero desde el bar reconocen que los fines de semana y en verano la gente sí se anima a salir a tomar algo. Flori, de la panadería Ceballos, asegura que tiene movimiento de clientes en esta zona.

«Es más barato comprar aquí que en la ciudad; pero también hubo un 'boom' hace unos años y unos cuantos se marcharon al no adaptarse a la vida del pueblo», comenta el alcalde de Cogollos, Félix Tejero.

«Todas las semanas llama alguien para alquilar una vivienda o ponen un cartel en el bar», dice. Reconoce que ya se han comprado todas las casas y que la mayoría de las que quedan -que tampoco son demasiadas- se pasan de precio o se trata de aquellas más viejas que requieren una reforma completa.

ARCHIVADO EN: Tardajos, Burgos