Las carreteras de la provincia se cobraron ayer la octava víctima mortal en lo que llevamos de año. Una joven de 22 años, M.O.F., perdió la vida en un accidente de tráfico ocurrido en el cruce del Comunero de Revenga (entre Quintanar, Canicosa y Regumiel) en la carretera CL-117, según informaron la Subdelegación del Gobierno de Burgos y Emergencias 112. En el siniestro también resultaron heridas dos personas, una de ellas grave y otra leve, y otras dos salieron ilesas.

El suceso se produjo sobre 15:45 horas de la tarde. El vehículo que conducía la mujer se salió de la vía por el margen derecho por razones que se desconocen y después volvió a la carretera, momento en el que invadió el carril contrario y colisionó frontalmente contra una furgoneta. La joven falleció en el acto como consecuencia del impacto y los servicios médicos no pudieron hacer nada por su vida.

El centro de emergencias dio aviso del accidente a la Guardia Civil de Tráfico, a los Bomberos de Burgos -cuya intervención no llegó a ser necesaria- y al Centro Coordinador de Urgencias (CCU) de Emergencias Sanitarias de Sacyl, que activó, entre otros medios, un helicóptero medicalizado, una ambulancia de soporte vital básico y al personal médico del centro de salud de la cercana localidad de Quintanar de la Sierra.

En el vehículo que conducía la víctima viajaban tres personas, una de ellas, un menor de 15 años, fue atendido en el lugar del siniestro y posteriormente fue trasladado en ambulancia soporte vital básico, acompañado por un médico al Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Por su parte, en la furgoneta iban dos personas.

Los agentes de la Guardia Civil regularon el tráfico en la vía para que los servicios médicos pudieran atender a los heridos y realizar la correspondiente investigación. La joven fallecida residía en Burgos y, al parecer, parte de su familia es oriunda de la localidad soriana de Duruelo de la Sierra y tenía también raíces en Regumiel.