Va a ser el laboratorio más grande y el de mayor envergadura del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh) y el único en el país dedicado a la paleoproteómica, la ciencia que estudia las proteínas de los fósiles y el ADN antiguo. La ambiciosa nueva línea de investigación del Cenieh estará operativa previsiblemente a finales de año, cuando concluya el acondicionamiento del espacio que acaba de comenzar y se adquiera el material técnico tras contratar a la persona que liderará el estudio.

Después de desdoblar las plantas cuarta y quinta del edificio, unas obras que están a punto de concluir, lo que toca es adaptar el interior del laboratorio que ocupará el 4º piso. El acondicionamiento que afecta a unos 200 m2 se ha adjudicado por 1 millón de euros a la UTE Construcciones y Restauraciones Rafael Vega-Construcciones Adolfo Alonso, la misma unión temporal de empresas que se ha encargado de poner el suelo y el techo del forjado que divide las plantas.

El estudio de las proteínas requiere de unas condiciones técnicas muy precisas que obligan a crear una «sala blanca», un espacio estanco para evitar la contaminación con otras partes del edificio. Es concretamente en eso en lo que se trabaja desde hace algo más de un mes, en crear una «caja hermética» que contará con una serie de salas con presión constante.

Los experimentos con un material tan sensible como los fósiles exigen una calidad extrema del aire, por lo que se va a colocar un sistema de climatización adecuado e independiente del resto del edificio. Además deberá contar con focos de luz ultravioleta para esterilizar todas las superficies por la noche. Y dado que hablamos de contaminación cero, la zona ha de contar con su propio aseo que incluirá una ducha separada a la que solo se podrá acceder desde el propio laboratorio.

Las obras en este laboratorio, que por configuración y características son las de mayor importe del Cenieh, deberán estar acabadas en julio y a partir de ahí quedará equipar con el material técnico al laboratorio: frigoríficos, campanas, congeladores, ordenadores y equipos de investigación. 

Antes de que eso ocurra, los responsables del Cenieh sacarán a concurso una plaza de investigador con idea de que sea la persona que lidere el proyecto la encargada de poner en marcha el laboratorio seleccionando el material necesario e, incluso, al equipo técnico. 

En cuanto a la quinta planta, el uso de los espacios ganados «está ahí por decidir».