La naturaleza, incluso la que ha sido 'domesticada' por las urbes, no deja de sorprendernos. Muchos burgaleses que esta mañana paseban por la avenida de los Reyes Católicos no se han podido abstraer de fijar la vista en el río Vena y en la garza que caminaba por el cauce como si estuviera en un desfile de modelos.
Unos cuantos han sacado sus móviles para inmortalizar la escena. El ave, ante tanta expectación, ha levantado el vuelo en busca de lugares menos concurridos.
Se trataba de un ejemplar de garceta grande (Ardea alba). En Burgos capital es poco habitual verla, aunque es cierto que de un tiempo a esta parte todos los años se observan una o dos por el Arlanzón.
Esta especie suele criar cerca de las zonas costeras y en los deltas de los ríos, sobre todo en el del Ebro. Los ejemplares que se ven en el interior de la Península son migradores. La garza del Vena está por tanto de paso en Burgos, donde se alimentará y repondrá fuerzas antes de continuar su viaje.