Otro golpe al tráfico de crack

FERNÁN LABAJO / Burgos
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El Grupo de Estupefacientes detiene en Burgos a un narco que convirtió su piso en el epicentro de transacciones de cocaína base. Las quejas vecinales fueron el detonante de la operación

El investigado tenía en su vivienda cerca de un centenar de dosis y 2.000 euros en efectivo. - Foto: Alberto Rodrigo

Cuando el último de los policías nacionales salió por la puerta del número 16 de Hospital de los Ciegos tras desmantelar un nuevo punto negro de droga, una vecina salió al balcón y exclamó: «¡Gracias!». Fue el reflejo del alivio que sintieron los residentes de este edificio que llevaban meses sufriendo el trasiego de consumidores de cocaína base, conocida como 'crack'. Tras la pertinente investigación, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial sacó de la circulación a un narco que suministraba a decenas de adictos en el centro histórico alto. Personas que no esperaban si quiera a salir del portal para fumarse la papelina que habían adquirido por 10 euros. El arrestado, de unos 30 años y origen dominicano, pasará hoy a disposición judicial.  

Como viene siendo habitual en este tipo de investigaciones, a oídos de los 'estupas' de la Policía Nacional llegó un aviso de los vecinos del portal número 16 de la calle Hospital de los Ciegos, muy cerquita del arco de San Gil. En el quinto piso se había instalado un hombre con su familia y que tenía en el tráfico de drogas su modus vivendi. Al principio, la mayoría de las transacciones se producían en el exterior. Agarraba su patinete, como otros camellos de este tipo de sustancias, y repartía entre los consumidores en diferentes zonas de la ciudad. 

Pero, poco a poco, el mencionado apartamento se convirtió en su centro de operaciones. Según pudieron determinar los investigadores, que arrancaron las vigilancias tras las llamadas de los vecinos, por este edificio pasaban a diario decenas de consumidores habituales y toxicómanos. Por el tiempo que permanecían y el perfil de los clientes, parecía evidente que lo que allí se movía era cocaína base. Lo que vulgarmente se conoce como 'crack'. A medida que recababan pesquisas, el hartazgo de los vecinos iba en aumento. 

No era para menos. Algunos de los residentes se habían encontrado, al salir o al entrar de sus casas, a los moradores consumiendo la papelina en el portal. En algunas ocasiones, quienes presenciaban esas escenas chicos jóvenes. Hubo un episodio que, finalmente, hizo explotar la operación. La muerte de un veinteañero por una sobredosis en el baño de un domicilio ubicado a pocas calles de este punto negro de venta. 

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