La sequía ha golpeado sin miramientos en los últimos tiempos al campo burgalés y así lo demuestra la nefasta cosecha de cereal, lo que ha generado que cada vez se espere menos para asegurar las tierras de cultivo con el fin de protegerse ante la posible falta de precipitaciones. En el módulo de primavera no se incluye este fenómeno meteorológico ni tampoco las heladas, por lo que eso 'obliga' a incluir ahora la mayor cantidad de superficie.

Para esta campaña de 2024 ya se han asegurado 352.800 hectáreas de herbáceos, que supone un 88% del total de lo que se contrató el pasado año. Así, a falta de lo que se pueda incorporar de cara a la primavera -cuando se pueden incluir solo los daños por pedrisco, por incendio y aquellos causados por la fauna-, esta cifra evidencia que la inmensa mayoría de los agricultores se protegen por si las lluvias no llegan. «Estamos teniendo eventos climatológicos fuera de temporada y con una virulencia que no estábamos acostumbrados, por ello la gente prefiere asegurarlo pronto», explica José Ignacio García Barasoain, director territorial de Agroseguro en Castilla y León.

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