Una figura a la vista

Diego Izco (SPC)
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El portero del Arsenal es una opción de garantías para Luis de la Fuente en la selección - Foto: P. Morano (Reuters)

Las Figuras Ocultas fueron tres científicas afroamericanas que lograron impulsar la carrera espacial de Estados Unidos superando barreras raciales y sexistas a comienzos de los años 70. Aunque la literalidad del título es perfecta para describir a cualquier figura («Persona que destaca en una actividad») oculta («Escondido, ignorado, que no se da a conocer ni se deja ver o sentir») como él: raro es que en el mundo del fútbol, donde todo se ve, televisa, comenta, 'sobreanaliza' y exagera, de repente Luis Enrique convocase en marzo de 2022 a un tal David Raya y solo los más 'frikis' dijesen eso de «se está saliendo en el Brentford», el equipo que en ese momento era 15º de la Premier con 47 tantos en contra (el séptimo más goleado). 

Solo dos años y medio después de aquel descubrimiento, el catalán dejó de estar en la sombra para centrarse en su papel de «figura»: no son pocos los que le hoy le señalan como uno de los porteros más en forma. A sus 29 años, ha sido elegido mejor jugador de septiembre en un club puntero como el Arsenal, apenas ha recibido un tanto en sus últimos cuatro partidos con España y amenaza seriamente la titularidad (hasta ahora incuestionable) del lesionado Unai Simón. 

Los 'modernitos' hablan de «acciones valor gol» para no recurrir al más tradicional «evitar una diana», lo que históricamente han hecho esos seres sospechosos con guantes llamados porteros. Ante Dinamarca, dos acciones de Raya salvaron el encuentro. 

Trayectoria

Para llegar a ese punto, el 'uno' de la Roja ha tenido que comer mucho barro en esos campos donde solo acceden a jugar los más modestos, los que están de vuelta de todo y los valientes a los que no les importa ensuciarse con tal de seguir soñando con la gloria. Dejó la UE Cornellá para saltar hacia Inglaterra: había pasado con éxito una prueba con el sub'18 del Blackburn Rovers, que entonces militaba en la Segunda División. Fue una moneda al aire que estuvo girando mucho tiempo hasta caer de cara: su primera experiencia previa al profesionalismo fue una cesión al Southport FC, un combinado de la quinta categoría inglesa en la que se hizo arquero luchando contra codos, patadas y empujones de delanteros de 30 años de vuelta de todo menos de pintas de cerveza y malas artes. 

El niño se hizo mayor en 2015, alcanzando el primer equipo con dos virtudes poco habituales en la isla: un preciso juego con los pies y una valentía y efectividad en el juego aéreo impropias para un tipo de 1,84 metros. «Hay porteros de dos metros -decía Raya en una entrevista previa al España-Dinamarca- que no salen a los centros. Es una cuestión de 'timing'». 

Antes de que Arteta (y su deseo de sacar la pelota jugada desde atrás) se cruzase en su camino, el Brentford apostó en la 19/20 tres millones de libras por ese meta español joven y 'extraño' que había sido pieza clave en el ascenso de los Rovers a la Championship en 2018. Quería buscar el mismo efecto: ascender… pero esta vez a la Premier League. Los 'Bees' llegaron al 'play-off' en su primer intento, y Raya estuvo a punto de ver sesgada su carrera deportiva: un error suyo permitió el 1-2 del Fulham, que se llevó el premio del billete a la máxima categoría. No se hundió. Al año siguiente volvió a percutir como esos 'primeras' incansables en el rugby, y el Brentford llegó a la élite inglesa. David ya tenía 26 años cuando cumplió su sueño de ser cancerbero de la Premier… y dejó de ser una figura oculta. 

El resto (la cesión y final compra del Arsenal, los dos penaltis parados al Oporto en los octavos de final de la Champions, la internacionalidad absoluta, la 'parada de la jornada' en el estreno de la presente Liga de Campeones, su condición de 'figura a la vista'…) es historia, la que escribe con letra firme un arquero que es mejor cuanto mayor es el reto que tiene enfrente.