«Queda mucho por hacer para retener el talento»

C.M. / Burgos
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Estudió Ingeniería de Caminos e hizo el máster y doctorado en la UBU. Ha logrado una beca de 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación con un proyecto para abaratar el uso del hidrógeno

Andrés Díaz Portugal, ingeniero burgalés. - Foto: Alberto Rodrigo

Este ingeniero burgalés de 33 años contribuye a desterrar el mito de que la investigación puntera solo se hace en las grandes universidades. Desde la UBU, donde cursó el Grado de Caminos, Canales y Puertos que completó con un máster y un doctorado, ha obtenido una beca del Consejo Europeo de Investigación en concurrencia competitiva para investigadores de alto nivel europeos, dotada con 1,5 millones de euros. 

Esta ayuda le permitirá desarrollar materiales metálicos más resistentes y más baratos que permitan el almacenamiento y el transporte del hidrógeno verde como fuente de energía limpia. «Solicité la beca sin muchas esperanzas debido a la gran competencia y, sobre todo, porque las universidades que consiguen este tipo de ayudas suelen para las universidades grandes», reconoció.

En la actualidad forma parte del grupo de Integridad Estructural de la UBU, que dirigen los catedráticos Jesús Manuel Alegre e Iván Cuesta, en la que el hidrógeno era una de las líneas de investigación.

Trabajar con este combustible se enfrenta con el problema de que los metales y las aleaciones con las que están fabricadas las tuberías y los depósitos se vuelven frágiles al contacto con el hidrógeno a presión. «Estudiamos materiales o que resistan más o que sean menos costosos. La tecnología para almacenarlo y transportarlo no es rentable», añadió. 

El importe de la beca se destinará a contratar a cuatro o cinco investigadores y para adquirir una máquina de fabricación aditiva metálica. «Se va a crear empleo y la idea es que tenga continuidad», añadió. 

El dinero de la beca se destinará a la contratación de personal para que luego tenga continuidad»

Andrés Díaz considera que las ayudas y las figuras para estabilizar a los doctores están contribuyendo a «retener el talento, pero todavía queda mucho por hacer». «La investigación es un esfuerzo internacional. Yo he realizado estancias que me han aportado mucho, pero no se puede estar saltando de un centro a otro porque no se retiene ni el talento de la investigación». 

La Universidad de Burgos ha hecho una apuesta decidida por el hidrógeno junto a la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CYL) y lidera un proyecto con la Fundación CARTIF de Valladolid con una inversión de 20 millones, así como también colabora en el impulso de una incubadora de empresas de hidrógeno verde y renovables en colaboración con al Ayuntamiento, la UBU, la Cámara de Comercio y la Fundación Caja de Burgos. «La UBU hace la investigación básica, pero también con la vista puesta en las empresas, que han hecho una gran apuesta en Burgos como es el caso de Hiperbaric».

Este ingeniero confía en que a corto y medio plazo el hidrógeno se use como combustible en el transporte y también forme parte como materia prima de numerosas industrias.