Los cafés más esperados

R.E.M. / Villanueva Matamala
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Cantineros por la provincia (5) | Tras cuatro meses con la cantina cerrada, en Villanueva Matamala celebran que ya tienen este gran servicio gracias a Dana y Marinela

Dana ayuda a su hermana Marinela a llevar el negocio y confía en que funcione bien para estar allí mucho tiempo. - Foto: Valdivielso

La nueva aventura que han emprendido Dana Nae y Marinela Dumitro ha llenado de alegría a los vecinos de Villanueva Matamala, un pequeño pueblo -con medio centenar de empadronados- enmarcado en Arcos de la Llana. Las dos hermanas, de origen rumano, han reabierto este espacio que permite a los vecinos tener un lugar donde juntarse y donde poder ir a tomar algo. Ahora en verano se ve más movimiento por las calles y especialmente en el mes de agosto se concentran allí un mayor número de personas, por lo que las nuevas propietarias confían en que este servicio funcione. Se trata de los cafés y las cervezas más esperadas, ya que el local ha permanecido cerrado cuatro meses.

Abrieron las puertas de su negocio a finales del mes de julio y el inicio no ha resultado nada fácil puesto que esta se trataba de la primera vez que gestionaban un bar. "Hemos estado un mes con el papeleo, comprando las cosas y organizando todo", expone Dana, que se encarga de atender mientras su hermana pasa unos días en Rumanía. Ella lleva viviendo desde los ocho meses en nuestro país y domina perfectamente el idioma. "Aprendí antes el español que el rumano", afirma. De esta forma, su papel también resultará esencial para ayudar a Marinela, que ha pasado menos tiempo en España.

Esta "oportunidad" la tenían que aprovechar, ya que el ayuntamiento ofrecía el bar con vivienda gratuita. Allí se quedará Marinela, que no se había dedicado antes al mundo de la hostelería. Dana, en cambio, reside en la capital y cuenta con bastante experiencia en hostelería, ya que ha pasado por negocios como la Taberna Amarilla, La Fábrica Restaurante, el Café Tapa o el Bar Aliste. Además, recuerda que su familia llevó durante ocho meses el bar de Sotragero. "Nos ayudamos toda la familia mucho, todas las tardes vienen aquí mis tíos por si necesitamos algo, me pelan patatas...", menciona, que se muestra muy orgullosa de esa unión y colaboración para sacar sus proyectos adelante.

La gente es muy maja, se nota que estamos en un pueblo y no se compara con Burgos"

"Nos han recibido bien y la gente es muy maja, se nota que estamos en un pueblo y no se compara con Burgos", explica Dana, que reconoce que el trato es completamente diferente con el de la clientela de la capital. "Toda la gente quiere ayudar y todos se ofrecen, por la noche ni recojo la terraza porque la meten los vecinos", detalla. La gente del pueblo está agradecida de que este espacio haya vuelto a levantar la verja y así se lo han transmitido. "Un pueblo sin bar no es nada", asegura, mientras considera que para el vecindario "lo es todo" al poder reunirse.

"Hay que esperar un tiempo para que se dé a conocer que el bar está abierto otra vez", comenta Dana, que se muestra esperanzada en que cada vez acuda más gente de la zona a medida que se corra la voz de que el pueblo vuelve a prestar este servicio. Suelen elaborar gildas, pinchos y barbacoas. Además, preparan comidas y cenas cuando se lo encargan, ya que habitualmente quienes acuden a la casa rural suelen demandarlo. "Si sacamos al menos 100 euros de comidas pues ya conseguimos para el alquiler", menciona. "Ahora nos han hecho los primeros encargos, pero nos han dicho que suelen pedirlo", dice, algo que considera que también les ayudará mucho durante los meses de invierno.

El camino de la reapertura

Ha costado mucho sudor encontrar a alguien para que gestionase el bar y al frente de esa lucha se ha encontrado Susana Delgado, la alcaldesa pedánea de Villanueva Matamala. Reconoce que lo ha publicitado por las redes sociales y con anuncios en este periódico y en Google. "Nos hemos meneado mucho, entonces creo que eso también nos ha ayudado", expone, mientras asegura que llevan con problemas para que alguien lo lleve desde finales del pasado año. Hace unos años lo tenían como asociación y ahora lo tienen como bar, por lo que ahora se requiere más inversión. También cabe destacar la figura de Juan Ángel Gozalo, periodista fallecido en noviembre y que trabajó 36 años en DB, que se empeñó en buscar a alguien para gestionar el bar de su pueblo.