Aunque al verano meteorológico le quedan un par de semanas, ya ha finalizado el verano oficial y cada mochuelo está en su olivo. Desde que Adán mordió la maldita manzana en el Paraíso, venimos diciendo que el trabajo es una condena; arrastrar la dura cadena/ trabajar sin tregua y sin fin/ es lo mismo que una condena/ que ninguno puede eludir, canta Raphael con su voz grave, agudizada por un sinfín de gesticulaciones, el trabajo es una condena, sí, así que ya estamos de nuevo en galeras, atados a la silla y dando con el martillo al yunque hasta que vuelvan a instalarse en el tiempo los cielos alegres y ociosos de agosto.
Los psicólogos alertan cada año del síndrome postvacacional, de los agobios y ansiedades que produce la vuelta a la rutina y dan los consejos de rigor para mantener el tipo y añorar lo justo el risueño verano, pero el empleado va al trabajo tarareando a Raphael y a Abba, dinero, money, money, money, trabajo todo el día, trabajo toda la noche para pagar facturas, y de esta forma no hay quien levante el ánimo.
Así las cosas, vemos que esta semana el número uno de ventas de libros de no ficción es El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, un libro que dignifica la vida y, como parte de ella, el trabajo, considerándolo la forma de ofrecerse al mundo, de trascender a través del esfuerzo personal. Frankl, psiquiatra, escritor y prisionero en cuatro campos de concentración nazis, sabía de superación y del sentido de la vida, así que su lectura no es mala medicina para amortiguar el estrés de septiembre, y el de octubre, y el de noviembre, que todos los meses arrojan a nuestra orilla fatiguitas y ansiedades.
No podemos controlar todo, pero podemos decidir cómo responder a las circunstancias; cuando lo inevitable se presenta, no te resistas, dice Frankl. A trabajar, pues, a darlo todo para dejar rastro de que estamos aquí, o, en su caso, a sobrellevar el paro, el desempleo, que según hemos conocido estos días, ha crecido entre los jóvenes, también en Burgos.
«Nos preocupa mucho el número del paro juvenil», han dicho desde UGT de Castilla y León. ¿No iba la economía como una moto, según el presidente Sánchez? Paso a paso. Hoy estamos inmersos en la vuelta. La próxima semana ya nos ocuparemos de los asuntos y su gobierno.
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