Sorolla es Sorolla. Cada vez que hay una exposición con la obra del máximo exponente del luminismo español, triunfa. Aunque no son tantas las veces que han podido o pueden admirarse sus lienzos en Burgos. Ocurrió en 2008 con las más de 120 obras expuestas en la Casa del Cordón;el año pasado en la sala Pedro Torrecilla con su obra gráfica, y en la muestra colectiva sobre la Catedral que se realizó en el MEHen 2021 con motivo de los 800 años del templo gótico. La atracción por Joaquín Sorolla es un hecho que ahora se ve avalado con la exposición Pintar sin miedo. Joaquín Sorolla y la Valencia de 1900, que se puede visitar en la sala Valentín Palencia de la Catedral.
En lo que va de mes la han visitado 6.500 personas (se abrió al público el 28 de noviembre). Un tercio de los espectadores lo han hecho una vez recorrida la Catedral, accediendo con la entrada conjunta que ofrece el templo gótico por solo 1 euro más. El resto ha acudido expresa y únicamente a la muestra, fascinados por la obra del pintor valenciano y sus coetáneos.
Aunque solo se recaban datos de los primeros, desde la sala de exposiciones advierten que un gran porcentaje de visitantes son turistas, tanto nacionales como extranjeros. Algo que, por otra parte, pudimos constatar el jueves, cuando entrevistamos a los que protagonizan el reportaje y que proceden de Murcia, La Rioja, Lyon, Valladolid y Burgos. «Hemos apreciado que en navidades han aumentado las visitas, así como durante el puente de la Constitución, donde anotamos público venido de Madrid, País Vasco y Castilla y León, especialmente», detallan desde la Fundación Consulado del Mar de Burgos, organizadora de la muestra con el apoyo de la Archidiócesis y el Cabildo, el patrocinio de la Junta y la colaboración de Ayuntamiento y Diputación.
Hay que recordar que la exposición reúne 32 lienzos, de los que la mitad fueron creados por el pintor de la luz. Esas obras dialogan con algunos de los paisanos con los que compartió escuela como Joaquín Agrasot, Ignacio Pinazo, Antonio Fillol o Antonio Muñoz. Lo hacen transitando por tres géneros: el retrato, el paisaje y la pintura costumbrista. Se reconoce a Sorolla, y se aprecia el parecido con otros pinto
Del maestro están los retratos que realizó a los suyos, escenas campestres, paisajes del norte y, además del Mediterráneo, la luz de mar de San Sebastián. Destacan, por otro lado, cuatro de los cuadros que realizó durante sus visitas a Burgos: dos estampas de la Catedral nevada, otro del templo gótico y una procesión por su interior, el óleo más pequeño de la muestra pero igual de grande y espectacular que el resto.
Se puede visitar hasta el 2 de marzo de lunes a domingo, de 10:30 a 18:30 horas. Cuesta 5 euros (con la Catedral, 10,50 euros).