Que la inclusión no sea un problema de salud

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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El HUBU prueba un plan para 'adaptar' las consultas a los pacientes con autismo y/o discapacidad severa y facilitar su atención. A veces, basta con cambiar la hora de la cita

La enfermera Pilar Bailo fue una de las promotoras de un proyecto para mejorar la atención de personas con autismo en Urgencias y ahora coordina la extensión. - Foto: Alberto Rodrigo

La enfermera del HUBU Pilar Bailo sabe que a finales de mes tiene que acercarse a Oftalmología para reunirse con los sanitarios que van a atender a un paciente con trastorno del espectro autista (TEA) y explicarles qué cambios -«muy sencillos»- deberían introducir para facilitar la visita y que sea resolutiva. «El espectro es muy amplio y hay personas que necesitan que los atiendan a primera hora de la mañana o a última. En general, no suelen tolerar las esperas ni la hiperestimulación sensorial: pasillos muy frecuentados, con mucho ruido, olores... Así que hay que tratar de adaptar la visita, buscando espacios más neutros y, por así decirlo, más amigables», resume.

Esta explicación acerca de las necesidades básicas de las personas con cualquier trastorno del espectro resume el espíritu de un proyecto de Sacyl que el HUBU prueba desde el pasado octubre: el programa ASI, que es el acrónimo de Asistencia Sanitaria Integral. «Es un plan de mejora», explica Bailo, como responsable operativa en el hospital. Para esta enfermera con 25 años de experiencia en Urgencias la materia no es nueva, ya que Bailo fue coautora de un proyecto para simplificar y mejorar la atención de las personas con autismo en este servicio -tan estresante-, que se puso en marcha en 2016: se reservó un box para estos pacientes, que se 'neutralizó' con unos estores de color blanco y al que entran por un pasillo propio, sin más esperas ni conversaciones que las imprescindibles con el menor número posible de sanitarios.

Es un plan de mejora de la asistencia sanitaria, para individualizarla a las personas con trastorno del espectro autista y/o discapacidad grave»  

Ahora, se trata de extender este proyecto de Urgencias al resto del sistema sanitario. De hecho, Bailo insiste en que hay que trabajar en coordinación con Atención Primaria para que funcione. Primero, porque médicos y enfermeros de los centros de salud 'filtrarán' en sus consultas a los potenciales usuarios, con un informe. En general, serán las personas con TEA y/o una discapacidad intelectual, física, psíquica o sensorial igual o superior al 65%. «La discapacidad no tiene por qué estar reconocida oficialmente, pero lo que sí es imprescindible es que el usuario necesite acompañamiento permanente durante la asistencia sanitaria», puntualiza la enfermera.

Ese informe se remite al trabajador social del centro de salud para que pida una tarjeta específica a Sacyl que acredite al paciente como beneficiario del programa ASI. Y como Bailo tiene constancia de qué personas entran a formar parte del proyecto, coordina su atención en el HUBU: «Contacto con las familias y programo las consultas para adaptarlas a las necesidades que puedan tener». Algo que luego conlleva hablar con los profesionales sanitarios, porque el cometido de esta enfermera es bidireccional. «Si la consulta es programada la preparamos, porque cada servicio y cada paciente son distintos y las adaptaciones tienen que ser individualizadas. El objetivo es que integración, visibilidad y otros términos tan bonitos sobre papel se conviertan en realidad efectiva». Las más de las veces, dice, las medidas son básicas y fáciles de asumir por todas las partes. «Muchas veces es una cuestión de empatía, de ponerse en el lugar del otro y pensar en las necesidades que puede tener. Pero en general, son cosas muy sencillas», dice.

Las adaptaciones son sencillas. Muchas veces, es una cuestión de empatía, de ponerse en el lugar del otro y pensar en lo que puede necesitar» 

Por este motivo, ya ha dado formación específica a los trabajadores de las consultas externas del HUBU acerca de los pacientes con autismo y las adaptaciones que necesitan. «Más adelante, daremos de otro tipo. Y también a personal de Admisión, que es el primer filtro y tienen un papel clave. La formación será continua», señala, antes de matizar que al mismo tiempo habla y divulga con las asociaciones. «El tema en Urgencias es conocido, pero en el resto estamos comenzando. El programa ASI es un trabajo de tiempo», concluye.