La Cofradía de San Juan del Monte quiere dar una nueva vuelta de tuerca a la celebración y transformar esta edición 2024. Su presidente, Roberto López de Davalillo, se reunió ayer con el Ayuntamiento de Miranda para transmitir la intención de copiar el modelo de fiestas de septiembre y colocar en el bulevar de la calle Cantabria «un recinto ferial», con un escenario donde realizar los conciertos y habilitar txoznas, que estarían gestionadas por los hosteleros de la ciudad. Tal y como explica Davalillo, en la cita «hubo sintonía» y la administración local mostró su disposición. Para cerrar el plan, quedan por resolverse aspectos técnicos, algo que se quiere solucionar esta misma semana para confirmar la alternativa y también sellar todos los flecos de la carpa para 4.000 personas que la Cofradía quiere instalar en el parquin junto a la Comisaría, cerca de lo que sería la zona de conciertos.
Davalillo defiende esta idea «como una fórmula para crecer», ya que pretende programar eventos capaces de atraer a gente de fuera y que San Juan del Monte gane en repercusión en las ciudades del entorno. En este sentido, quedaría por saber cómo se lograría la financiación, ya que «todo cuesta mucho dinero y trataremos de traer algo bueno, bonito y barato, aunque igual no existe», admite Davalillo. En cualquier caso, para afrontar el gasto trabajan con la intención de unir fuerzas con los bares, porque se tiene claro las actuaciones «serían gratuitas».
Sobre las txoznas, el presidente de la Cofradía reconoce que todavía no puede decir cuántas casetas colocará, ya que el número depende de los negocios interesados en ubicarse en la calle Cantabria, aunque en las fiestas patronales caben una decena. «Si deciden estar ocho o diez, pues estupendo, pero si quieren estar treinta, pues igual tenemos que hacer un sorteo», afirma el responsable de la entidad que organiza las fiestas.
Otro aspecto que analizaron en la reunión con el Ayuntamiento tenía que ver con la intención de instalar una gran carpa, muy cerca del pretendido recinto ferial, en el aparcamiento junto a la Comisaría. «Sería para 4.000 personas, que es el doble de la que colocamos el año pasado», recuerda Davalillo, quien admite que la duda para recibir la autorización municipal pasa analizar los desperfectos que produciría el anclaje de la misma en la parte que está asfaltada, ya que al aumentar las dimensiones no solo ocuparían la zona utilizada el año pasado y que tiene grava. Esa ampliación tendría repercusiones en las barracas, a las que habría que buscar una nueva ubicación, ya que ahora se ponen en ese parquin. Para ellas, Davalillo indica que «las colocaríamos al final de la calle San Agustín, más próximas al recinto ferial».
Más allá de las dimensiones para la carpa, la Cofradía también quiere introducir cambios en su funcionamiento. Davalillo aclara que pretende contratar a una sola empresa de catering para todas las peñas que quieran beneficiarse de esta alternativa, ya que de esta manera «podríamos ahorrar costes para que a todos nos salga más barato», afirma el responsable de la entidad sanjuanera, quien desea cerrar estos aspectos para empezar a dar forma a la edición de San Juan del Monte, cuyos días grandes se celebrarán el 18,19 y 20 de mayo.
Los vecinos de Anduva presionan con 1.100 firmas para llevar los espectáculos musicales a las afueras de Miranda.
Los vecinos de Anduva están cansados y no solo rechazan que San Juan del Monte se mueva a la calle Cantabria, sino que también demandan cambiar el modelo de las fiestas patronales, ya que denuncian que la zona soporta un nivel de ruido muy alto, además de la suciedad vinculada al ocio nocturno en actos masivos. Con anterioridad a la petición de la Cofradía, en el barrio comenzaron a recoger firmas y han entregado en el Ayuntamiento de Miranda 1.100 apoyos. Con este respaldo, piden reunirse y presionan a los responsables municipales «para tratar este asunto con la seriedad que no se ha tratado hasta ahora», afirman en su escrito, con la petición de fondo de mover las actividades a las afueras, como sucedió en Ebrovisión que eligió al Polideportivo de Anduva.
Los residentes remarcan que con la instalación de las txoznas y la celebración de los principales conciertos al aire libre, «venimos sufriendo ataques a nuestra salud y vulneración de nuestros derechos fundamentales». En sus quejas, enumeran el nivel de decibelios y las vibraciones, pero también mencionan los «excesivos horarios», de las actuaciones musicales organizadas en el bulevar de la calle Cantabria por el Ayuntamiento, que también autoriza la programación de los hosteleros en sus carpas.
Además, los vecinos remarcan que no solo tienen que lidiar con la falta de descanso, sino que recuerdan «la suciedad y el vandalismo inherente» a la programación nocturna. Por si fuera poco, critican la falta de control que se ejerce por parte de la administración local para garantizar su descanso, ya que en muchos casos tienen la música a pocos metros de sus viviendas.
Con estos argumentos y las firmas, los perjudicados reclaman una reunión con la alcaldesa, el concejal de Seguridad Ciudadana, la de Medioambiente y el Barrios. También piden incluir en la cita al jefe de la Policía Local, por ser todos ellos «partes afectadas» dentro de esta problemática. Los residentes han trasladado la intención de crear una comitiva y demandan la «creación de un espacio adecuado para estas actividades de las que venimos quejándonos años», advierten. En su reivindicación, también incluyen «el mal llamado recinto ferial», donde se ubican las barracas para las que también demandan un cambio.
A través de Diario de Burgos, tras la celebración de las fiestas patronales los vecinos hablaron de copiar el modelo de Ebrovisión. Con esta posibilidad, proponen una solución, que pasa por trasladar los conciertos gratuitos, las txoznas y las barracas al Polideportivo de Anduva, lo que posibilitaría seguir con la programación sin que los conciertos estén rodeados de bloques de viviendas.