El Silbö San Pablo prepara su tercera temporada consecutiva en Primera FEB con las mismas aspiraciones que en veranos anteriores. El objetivo no es otro que subir a la ACB y para ello está configurando un proyecto que mantiene parte del bloque e incorpora savia nueva. De momento, ha cerrado cuatro renovaciones y ha confirmado tres fichajes, aunque son cuatro si se tiene en cuenta que el acuerdo con Joe Cremo está cerrado.

La dirección deportiva azulona tiene claro que quiere dar continuidad al proyecto en la medida de lo posible, algo que no hizo en temporadas anteriores. Con Álex Barrera y Gonzalo Corbalán con contrato, la prioridad era renovar a Miha Lapornik, Luke Fischer, Micah Speight y obtener la cesión de Millán Jiménez. La continuidad de los dos primeros, tal vez los más importantes, está garantizada, mientras que Speight y Jiménez han puesto rumbo a México y Santiago de Compostela, respectivamente. 

En cuanto al capítulo de fichajes, el San Pablo se ha reforzado en la dirección de juego con Jon Axel Gudmundsson, que viene después de hacer una gran temporada con el Alicante, y con Dídac Cuevas, que llega al Coliseum en calidad de cedido desde el Zaragoza de ACB. Con esas dos incorporaciones y la polivalencia de Corbalán para actuar de base en momentos determinados, se da por cerrada esa demarcación.

En la línea exterior, Corbalán y Joe Cremo, procedente del Tizona, actuarán de escoltas junto a Miha Lapornik, quien puede jugar también de alero. Mucha amenaza exterior y muchos jugadores capaces de manejar y generar. Álex Barrera, por su parte, será el tirador en la posición de alero y estará acompañado por un jugador de perfil más físico.

Por dentro, Dani Díez ocupará la plaza de ala-pívot y hará pareja con otro '4' que aún está por llegar. El ex del Baskonia puede jugar también al '3' y dotar más alternativas a Bruno Savignani, técnico azulón. 

En cuanto al pívot, Fischer estará acompañado por otro '5' de garantías y todo apunta a que el plantel se completará con un duodécimo jugador que pueda hacer las veces de '4' y de '5'. 

La idea es hacer una plantilla 12 jugadores, así que todavía quedan cuatro por llegar. Cabe recordar que, de momento, no pueden ser extracomunitarios, pues esas dos plazas las ocupan Cremo y Corbalán.

Por su parte, el plantel del Grupo Ureta Tizona va tomando forma de cara a la próxima temporada con hasta siete renovaciones y solo tres fichajes. Los burgaleses han realizado una clara apuesta por la continuidad, como ya hicieron el verano pasado, y les hubiera gustado que siguieran aún más jugadores, pero su gran campaña ha llamado la atención de equipos con más potencial y no ha podido retener a todos. 

El primero en salir rumbo a la ACB fue Diego Ocampo, entrenador del equipo hasta hace unos meses. Le siguió también Arnau Parrado con destino a Zaragoza y continuó Joe Cremo, que se ha mudado a casa del vecino. Sin duda, un movimiento que ha hecho mucho daño en el seno del club no solo por perder a su mejor jugador, sino porque refuerza al San Pablo.

A pesar de esas salidas, el Tizona se ha movido con rapidez en el mercado y está conformando una plantilla competitiva. Tuvo bastante claro que quería a Salva Camps en el banquillo, un entrenador con un perfil parecido al de Diego Ocampo, y renovó hasta a siete jugadores. En la posición de base, mantiene a Caio Pacheco y Ayoze Alonso y ha incorporado a Mo Soluade, un director de juego que procede de los London Lions y que tiene pasado en el San Pablo.

En la demarcación de escolta, se ha reforzado con Jaume Lobo, un anotador compulsivo que viene de ascender con el Lleida a la ACB. Todavía le están buscando un compañero y ahí el club tiene la baza de contar con las dos plazas de extracomunitarios libres.

En la otra posición exterior, la de alero, Alberto Alonso regresa tras su cesión en el Cartagena y compartirá protagonismo con Rodrigo Seoane y Jordi Rodríguez. Este último llega cedido desde el Joventut, con el que tiene contrato hasta 2027.

En el interior, Jacobo Díaz y David Böhm continuarán como ala-pívots, mientras que Ramón Vilà y Abdou Thiam lo harán como pívots. Así las cosas, el Tizona está pendiente de la incorporación de un escolta, un alero y un interior que pueda complementar a los cuatro mencionados anteriormente. Un bloque mezcla madurez y juventud y que aspira a ser de nuevo la revelación.