Todo proyecto tarda un poco en asentarse, en ganar impulso para mejorar sus estadísticas. Y el campus de la Universidad de Burgos (UBU) en Miranda se encuentra en ese camino. Ahora bien, ya ha recorrido bastantes pasos.Tras la inauguración del año pasado, el grado en Tecnologías Digitales para la Empresa ha aumentado su demanda. Según explicaba ayer durante la apertura del curso el subdirector de la Escuela Politécnica, Ángel Arroyo, «son 21 alumnos para 25 plazas nuevas», lo que supone una cobertura de «más del 80%» en el primer nivel, que se suma a la decena de estudiantes que continúan en segundo. Con ello, el responsable de la institución reconocía que están «contentos» porque parece que se está «consolidando la titulación».
La carrera impartida en el Instituto Técnico Industrial de Miranda (ITM) tiene varios factores atractivos, aunque la variedad de los contenidos que ofrece se alzaban ayer entre los más destacados por los nuevos estudiantes. Belén, una joven de Logroño, comentaba que «quería apostar por un grado nuevo, que nunca había visto» y, en su caso, le «llamaron mucho la atención las asignaturas porque juntan temas de ingeniería, informática, robótica o incluso inteligencia artificial». Lo mismo opinaba la mirandesa Lucía, quien reconocía que «quería estudiar Informática», sin embargo, al «mirar bien» halló esta opción y comprobó que «no solo tenía ese tema, sino que es mucho más amplio».
Esther, natural de Burgos, confirmaba que el grado en Tecnologías Digitales «es similar a la Ingeniería Informática», pero aclaraba que ofrece un abanico de posibilidades más rico. Eso sí, también destacaba otra clave, pues esta joven creía que al estar «dirigido a la empresa parece que después puede ser más fácil encontrar trabajo». No en vano se trata de unos estudios que disponen de la primera mención dual de toda la UBU, algo que para Lucía «es muy bueno, porque cuando quieras salir al mundo laboral ya tienes un poco de experiencia y sabes cómo va».
Todo en esta titulación está dirigido a dar ese salto, como bien decía Aitor. Este veinteañero afincado en Miranda, que acaba de terminar de estudiar Robótica en el CIFP Río Ebro, opinaba que «las asignaturas son interesantes y están muy bien orientadas al trabajo que ahora se demanda». Precisamente, añadía que para optar a un puesto laboral de la rama que le apasiona «con el grado superior no basta, hace falta la carrera».
Gracias al paso que dio la UBU en 2023 ahora él logrará ese objetivo. Y este muchacho ayer no podía estar más satisfecho por ello. Según decía, la creación del campus «es un paso bastante grande en la educación de la ciudad» porque «ya se puede dar el salto a una carrera sin tener que salir de aquí» y, además, «cuando haya más alumnos y grados supondrá un impulso para la economía local».