Tres de cada diez puestos de trabajo en los centros sanitarios de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) en Burgos están cubiertos por personal interino y/o temporal. Esta situación conlleva constantes cambios de personal y una inestabilidad que Sanidad quiere atajar con un concurso de traslados que, en todas las categorías -sanitarias y no sanitarias- ofrece en Burgos 1.576 plazas (el 32% del total). De estas, 292 pretenden fidelizar a médicos y, sobre todo, en consultas ubicadas en centros de salud, ya que casi la mitad están dirigidas a especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria.

Otra cosa es cómo concluya el concurso, porque la experiencia de años previos indica que en Burgos se resuelve con un porcentaje ínfimo de adjudicaciones (108 sobre un total de 1.174 plazas en 2022). Esto significa que Sacyl tiene que seguir tirando de personal interino y temporal, que en cuanto consigue una oferta de trabajo mejor de la que tiene en la provincia, se marcha y deja un puesto vacante hasta que se firma otra contratación y vuelve a empezar el proceso de estabilización. El problema no es nuevo, se arrastra desde hace más de una década, pero se ha agravado con la pandemia. Y a pesar de los intentos de los dos últimos responsables de la Consejería de Sanidad (Verónica Casado y Alejandro Vázquez), los datos indican que la temporalidad es un problema generalizado en la sanidad de toda Castilla y León, aunque cada provincia tiene sus peculiaridades.

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