La realidad de Villafría aboca a la infraestructura burgalesa a consolidarse por mucho tiempo como una de las dotaciones comerciales menos demandadas del país. Sus números así lo demuestran y son aún más contundentes al compararlos con la ambiciosa previsión realizada por el Ministerio de Transportes para el periodo comprendido entre 2022-2026.
El último Documento de Regulación Aeroportuaria anticipó el resurgir de la actividad del transporte aéreo en España una vez superada la pandemia y su impacto en el sector, pero la realidad es que los cálculos establecidos para Villafría están totalmente fuera del alcance de sus prestaciones actuales. Tanto es así que en este momento la terminal burgalesa ni siquiera alcanza el 9% del volumen de pasajeros programados para este año.
Aquellas previsiones avanzaban que Burgos sumaría 27.157 viajeros en el año 2022, una cifra que se incrementaría hasta los 29.379 usuarios en el año 2026. Sin embargo, el aeropuerto castellano cerró 2024 con tan solo 2.495 pasajeros, los segundos peores registros desde su reactivación comercial en el año 2008. Casualmente, el peor ejercicio de su historia reciente fue ese 2022 con 2.098 usuarios contabilizados.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que este documento se elaboró en un momento en el que la línea regular Burgos-Barcelona aún ofrecía servicio. Esta circunstancia tuvo su influencia en los cálculos, del mismo modo que la eliminación de esta conexión directa condiciona los números en el presente.
Sin embargo, en aquel 2021 Villafría acumuló 9.161 pasajeros, un dato que tampoco invitaba a apostar por un optimismo desbordante. Desde entonces, el aeropuerto tendría que haber multiplicado por tres su capacidad para alcanzar las previsiones realizadas en el estudio nacional ampliado a todos los aeródromos gestionados por el paraguas de Aena.
Sin embargo, las circunstancias cambiaron para echar por tierra todas las proyecciones. Desde ese mes de diciembre de 2021 el aeródromo burgalés se limita a acoger viajeros procedentes de las diferentes operativas chárter organizadas por los sectores turísticos y profesionales, así como por los usuarios de los jets privados nacionales e internacionales que hacen escala en la capital y por los servicios medicalizados.
Los datos de 2024 reflejan que no se alcanzó ni el 10% de las previsiones establecidas
Según explican las fuentes de Aena consultadas por este periódico, el DORA II recogió en su momento unos escenarios de tráfico basados en los pronósticos de organismos especializados del sector como el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI por sus siglas en inglés), la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) o la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol). Estos estudios se adaptaron a la situación de España en 2021, introduciendo «algunos ajustes» en función del impacto de aquellos elementos que pudieran influir en el desarrollo del tráfico aéreo.
«Se trata de escenarios con los que planificar y organizar los aeropuertos para atender ese volumen de tráfico y garantizar que no haya un problema de capacidad», explican en Aena. Desde luego, en el caso de Burgos esa capacidad no se verá desbordada vistos los últimos datos registrados. Además, cabe recordar la intención mostrada desde el primer momento por el equipo de Gobierno municipal de no entrar en pujas económicas para atraer compañías.
Las previsiones contempladas en el documento oficial están muy alejadas de las posibilidades de la dotación. Cabe señalar que la referencia de los 27.000 pasajeros programados en el DORA solo se ha conseguido en tres ocasiones durante los primeros años de actividad comercial del aeropuerto.
En 2009 se alcanzaron los 27.716 usuarios en una proyección alcista que elevó las prestaciones hasta los 33.995 pasajeros de 2010 y los 35.447 de 2011, techo histórico. Estas cifras contrastan con la realidad actual, en la que el periodo comprendido entre 2022 y 2024 se han sumado 8.649 pasajeros, menos que en un 2021 que en su momento fue con 2015 los peores años hasta entonces al superar a duras penas los 9.000 usuarios.
Las operaciones se disparan. Si la realidad de Villafría en su ámbito comercial es muy dura, la presencia de la escuela de pilotos le permite ser un referente entre los aeropuertos de su tamaño en las estadísticas relacionadas con las operaciones. El DORA II establece para el aeródromo local una previsión más ajustada en este caso. Incluso, los cálculos se quedaron muy cortos al prever 14.355 operaciones en 2022 y un total de 15.955 en 2026. Solo en 2024 se registraron 22.538 gracias a la actividad de la mencionada empresa.