La rehabilitación del edificio de viviendas que el Ayuntamiento tiene en el barrio de San Cristóbal, abandonado y en desuso desde hace muchos años (el antiguo cuartel de la Guardia Civil), arrancará en 2025 y exigirá un desembolso de entre 2 y 2,5 millones de euros para transformar el inmueble en pisos en alquiler para jóvenes. Así lo ha avanzado esta mañana el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, quien ha presentado el anteproyecto acompañado de los autores del mismo (el estudio Gurea) y del técnico municipal que ha pilotado todo el procedimiento.
En los próximos meses se redactará el proyecto y la idea es licitar la ejecución de las obras con cargo al Presupuesto de 2025. Los trabajos se desarrollarán durante un plazo de entre 18 y 20 meses, por lo que lo más probable es que no estén terminados hasta 2027. Manso, no obstante, ha expresado su deseo de que esté listo para finales de 2026 y que no se vea así un interés electoral.
Aún están por definir los criterios que van a primar para conceder estas viviendas, si bien Manso ha querido asegurar que los veinte pisos se entregarán por un horizonte temporal, ya que la idea es que los vayan ocupando siempre personas jóvenes. Se desconoce aún el precio que se pedirá por el alquiler (como es lógico, por debajo del de mercado) y se ha avanzado que tendrá preferencia las rentas más bajas e incluso personas con algún tipo de discapacidad.
Precisamente el proyecto del estudio vasco Gurea Arquitectura (el más valorado de los once presentados) ha diseñado el edificio de tal manera que buena parte de las viviendas estén adaptadas para personas con problemas de movilidad.
La accesibilidad es precisamente uno de los puntos en los que más han incidido los arquitectos Darío Cobo y Jaime Martínez al detallar que se colocará en el edificio una rampa para salvar el desnivel con la cota cero y un ascensor.
Pero si por algo destaca el proyecto es en su apuesta por la eficiencia energética. Ya no solo por la importancia que se le dan a las medidas pasivas (un mejor aislamiento térmico en toda la envolvente y en las ventanas) sino porque se contempla un sistema de aerotermia comunitaria y la instalación de placas fotovoltaicas para reducir los consumos de combustibles fósiles.
Una de las novedades será la incorporación de una cubierta plana en el edificio para que pueda ser utilizada como un espacio comunitario. Un lugar en el que se pueda colocar una marquesina, un toldo, vegetación...
El Ayuntamiento aspira a poder lograr financiación externa de otras administraciones para poder sufragar el coste del proyecto.