Es la primera vez en dos décadas que el encuentro de comparsas de gigantes y cabezudos se celebra en la plaza de España, y el resultado ha sido un auténtico éxito. Centenares de personas todavía se encuentran disfrutando de los bailes de estas figuras, que han llegado a las fiestas patronales de Miranda desde lugares tan diversos como Soria, La Rioja o el País Vasco.
Todo está yendo como se esperaba, entre otras cosas, gracias al radiante sol que ilumina la ciudad del Ebro y que ha permitido realizar esta actividad sin percances. Eso sí, el encuentro ha tenido un inicio un poco accidentado. La salida de las comparsas se ha llevado a cabo desde la calle Río Ebro y, aunque contaban con agentes de la Policía Local que regulaban el tráfico en la cabecera y en la cola, en los laterales del desfile no había ni una sola persona encargada de controlar los cruces, que no eran pocos. Por ese mismo motivo algunos de los participantes han tenido que asumir esa responsabilidad y el pequeño 'caos' que se ha formado ha provocado que los grupos no llegaran al Casco Viejo hasta las 13.00, una hora más tarde de lo previsto.