«Por favor, no se pueden hacer fotografías», es una de las frases que tanto el técnico de Turismo de Oña encargado de realizar las visitas guiadas a los grupos, como la persona que recibe a los visitantes en la iglesia de San Salvador repetían dado el interés -y las intentonas- por parte de algunos viajeros en retratar con sus teléfonos móviles el rico patrimonio que albergan sus muros. La petición continuará resonando pero con ligeras modificaciones. A partir de ahora queda permitido fotografiar y grabar en vídeo en el interior del templo y la zona del Monasterio abierta al público, pero sin flash.
El fresco de Santa María Egipciaca, la policromía natural que se conserva en algunos rincones y en la sala capitular románica, la sacristía y las aljubas (mortajas) milenarias que allí se custodian o la joya de la corona, los sepulcros reales y condales -en los que descansan los restos de Sancho García y su esposa, Urraca Pérez, fundadores del Monasterio en el año 1011, o los de Sancho III el Mayor, rey de Navarra, entre otros- son solo algunos de los tesoros de San Salvador que ahora se pueden capturan a golpe de clic.
El Monasterio de Las Huelgas se deja retratar desde finales del pasado año, «¿por qué este no?», se preguntaban muchos de los visitantes interesados en compartir la riqueza patrimonial a través de sus redes sociales. Desde que Patrimonio Nacional autorizara utilizar los teléfonos móviles y cámaras para retratar los sepulcros de los fundadores, el mural con la batalla de las Navas de Tolosa y el pendón, o las vidrieras más antiguas de la península Ibérica, desde la localidad burebana se plantearon tomar ejemplo.
A lo largo de 2023 el conjunto abacial recibió en torno a «21.500 turistas», según los datos aportados por el Arzobispado de Burgos a este periódico, todo un récord, ya que el Turismo en el municipio ha ganado peso en los últimos años. Si bien, quienes se dedican a este sector, tienen conocimientos sobre arte y patrimonio o se dedican a la divulgación cultural reconocen que San Salvador todavía es un «gran desconocido» para muchos. «Hasta ahora solo se podía fotografiar el claustro gótico y la presencia en las redes sociales, que mueven mucho turismo, y esta medida provocará que más público conozca la riqueza de la iglesia y venga a conocerla», declaran fuentes municipales.
La decisión de la parroquia alegra además de a los turistas, a los vecinos, que confían en que la historia de su villa y las anécdotas ocurridas en la abadía se conozcan más allá de las fronteras de la región. La toma de instantáneas se permite sin utilizar flash, trípode o cualquier otro elemento de estabilización, para garantizar la conservación de las obras de arte, la seguridad del resto de turistas y la fluidez de las visitas que surjan el día a día o con grupos organizados que reservan con antelación la fecha del encuentro.
Juan Álvarez Quevedo, delegado de Patrimonio de la Diócesis, asegura que tiene constancia de que hasta ahora «no se podía plasmar en imágenes ni grabaciones el interior de la iglesia» y recuerda que la «autorización recae solo en el párroco». Las fotos con el móvil son ya una extensión de uno mismo y en San Salvador ya queda claro. Los turistas aprovechan a retratar al detalle los espacios de este Bien de Interés Cultural.
Nuevos horarios. Con la llegada del otoño las puertas del Monasterio de San Salvador de Oña y su templo abren de nuevo de martes a domingo, a diferencia de los meses de verano que lo hacían a diario. La atención al público irá desde las 10.30 horas hasta las 13.30, y por la tarde de 16 a 18; a excepción de los domingos que solo será en horario de mañana, desde las 10.30 hasta las 13.30. El precio de la entrada general es de 4 euros e incluye audioguía, mientras que para aquellos que acuden en grupo de más de veinte personas, de 3, y la visita guiada supone un coste de 5.
Los sábados, domingos y jornadas festivas la Oficina de Turismo organiza visitas guiadas además de a la iglesia, sacristía, sala capitular y claustro gótico, al claustro barroco, la escalera magna y el patio de San Íñigo.