El Gobierno francés confirmó ayer tres casos por el brote de coronavirus, cuyo origen se sitúa en la ciudad china de Wuhan, siendo así los primeros detectados en Europa, mientras el Ejecutivo español descartó tres posibles infecciones e investiga otra. Esta última se trataría de una mujer que viajó recientemente a China y que está hospitalizada en aislamiento en el Hospital de Cruces, en Vizcaya.
El Ministerio de Sanidad español descartó otros tres posibles casos en el país y avanzó que el riesgo de contagio no es importante. No obstante, admitió que puede suceder porque hay españoles que residen en Wuhan, foco de la infección, además de tres empresas nacionales localizadas.
Al no contar con vuelos directos a la ciudad, el Ejecutivo no ve necesario adoptar medidas especiales de control en los aeropuertos.
Desde Francia, primer país europeo que ha confirmado tres casos de contagio, la ministra de Sanidad, Agnès Buzyn, explicó que el primer infectado es un paciente de Burdeos de origen chino y de 48 años que viajó recientemente a Wuham por asuntos profesionales.
El hombre acudió el pasado jueves a la consulta médica por los síntomas y fue ingresado de inmediato en una habitación aislada, tras haber estado en contacto con alrededor de una decena de personas.
Acerca de los otros dos, ambos parisimos y parientes, la ministra solo anunció que se encuentran ingresados en un hospital de la capital. "Es probable que haya otros casos en Europa", señaló Buzyn, quien calificó la epidemia de "un fuego que hay que circunscribir".
Por el momento, todos los fallecimientos por el coronavirus, que se elevan a 26, se han producido en China. En este sentido, el Gobierno trabaja a contrarreloj para contener el brote y ha decidido construir de urgencia de un hospital con 1.000 camas para tratar a los infectados.