El Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria, integrado por el Ayuntamiento y la Fundación Caja de Burgos, puede respirar tranquilo al menos durante los dos próximos años gracias a una inyección de 28 millones de euros por la venta de dos parcelas (TE-8 y TE-9) en las que se levantarán más de 300 viviendas. 19,9 de ellos ya están ingresados y los otros 6 se esperan que se materialicen antes de noviembre. "Es la venta más importante de la historia del consorcio", ha asegurado Juan Manuel Manso, concejal de Urbanismo.
De esta forma se consiguen sanear las cuentas protagonizadas por una reestructuración de la deuda que cada año, hasta 2032, deben afrontar estas entidades y que está compuesta por lo que se llama tramo A, el que se espera obtener por la venta de suelo, y el B, que afronta en solitario el Ayuntamiento.
Las parcelas pondrán en el mercado más de 300 viviendas en un horizonte de dos años y medio y supondrán una inyección para la economía local e irán cosiendo los huecos que dejó el ferrocarril en esta zona de la ciudad.