Ser el abanderado de tu país en un evento que congrega a tanta gente y poder representar a tu ciudad es algo que no pasa todos los días. Íñigo Santidrián Solana ha cumplido uno de sus propósitos como representante del escultismo en España y ha portado la bandera en la ceremonia del Roverway 2024. Cada 3 años se celebra un evento en algún país europeo al que acuden unos 6.000 scouts de todo el mundo. Este año ha sido en Stavanger, una ciudad al sur de Noruega. Participan 38 países de los 5 continentes y pasan unos días realizando diversas actividades que sirven para conocer al resto de gente, entablar nuevas relaciones y aprender a cuidar nuestro entorno. En eso consiste el Roverway. Todo gira en torno a «la «interculturalidad y la naturaleza». 

Ya son 7 las ocasiones en las que ha tenido lugar este evento y es la primera vez que un burgalés ha sido el abanderado. «Es una oportunidad que no se te puede escapar» asegura Íñigo. La familia, los amigos y los compañeros del trabajo son los que se sintieron más orgullosos en el momento en el que le dieron la noticia. Además, su forma de ser y la posición que ocupa en la Federación Española de Escultismo fueron claves para la decisión. 

Ser scout no es simplemente llegar allí, hacer lo que te manden y volverte a casa. Sino que va mucho más allá. Íñigo y su hermano lo saben de primera mano. De hecho, para viajar hasta Noruega, la opción más sencilla es coger un avión directo desde España. Sin embargo, ellos, al igual que muchos otros participantes del Roverway, decidieron pasar antes por lugares como Ámsterdam, Copenhague, Malmö y Oslo. «Nos íbamos encontrando gente de otros países que también iban a Noruega; sientes que estás aquí, pero podrías estar en cualquier otra parte» afirma Íñigo. Cada cual llegaba desde un lugar distinto al evento, desde Milán, Canadá o Australia, entre otros. «Es el espíritu de la llegada» ha declarado el representante de la Federación Española de Escultismo. Íñigo lleva a España y a Burgos consigo de todas  las formas posibles, con banderas, con pañuelos, con pósters... «Además de representar a mi país, también es la oportunidad de representar a Burgos, que pocas veces voy a poder hacerlo» asegura el joven burgalés. Podría parecer que Burgos es prácticamente irreconocible para la mayoría de los que van allí. Pero nada más lejos de la realidad, ya que son muchos los que, por haber hecho el Camino de Santiago, la catedral  o por otros motivos, conocen la ciudad del Cid y saben a la perfección dónde se ubica. Por lo que ya no sería necesario decir lo típico de «es la que está entre Bilbao y Madrid», por suerte. 

Después de Italia, Portugal, Islandia, Finlandia, Francia, Holanda y ahora Noruega, a Íñigo le gustaría repetir en la próxima edición del Roverway, que será en 2027, pero de la que no se sabe el lugar aún. A parte, hay muchos más eventos que se organizan en otros países como Taiwán, Suiza o Polonia, y a los que Íñigo estaría «encantado» de ir. Todo sea mientras se pueda enviar la candidatura y participar un año más representando a tu país.