Los pisos en alquiler en Aranda vuelan pese al alza de precios

L.N.
-

En el sector constatan que hay más demanda que oferta por la gran cantidad de trabajadores de paso, desde médicos a profesores. Las promociones de vivienda nueva también generan un interés notable

Una pareja mira las ofertas en el escaparate de una inmobiliaria ubicada en pleno centro de Aranda de Duero. - Foto: Patricia

No es la locura que se produce en las grandes ciudades, pero los pisos en alquiler también 'vuelan' en Aranda de Duero. Así lo aseguran diversas inmobiliarias de la capital ribereña. Se trata de una fórmula que, según dicen, funciona «muy bien» porque la ciudad cuenta con un número considerable de trabajadores que se encuentran de paso, desde médicos hasta profesores, profesionales de la banca, el propio sector de la construcción, policías o empleados de las grandes empresas que suelen aterrizar con contratos temporales y una vez que les hacen fijos dan el salto del alquiler a la compra de vivienda. 

En algunos casos, los anuncios duran prácticamente un abrir y cerrar de ojos. «Cada día hay menos ofertas y cuando entra un piso vuela en 24 horas», comenta Juan Carlos Ubis, de la inmobiliaria Ubis. Subraya que en Aranda existe «mucha demanda» de viviendas en arrendamiento, pero mucha menos oferta, por lo que quienes están interesados en este régimen no siempre lo tienen fácil.A ello se suma el hecho de «cumplir con los requisitos que suelen establecer los propietarios de los pisos, ya que muchos no admiten mascotas y exigen un trabajo fijo porque no quieren encontrarse con sustos».

En esta línea también se pronuncia el responsable de Alfa Inmobiliaria, Javier Guijarro, quien apunta a que la gran cantidad de población flotante que existe en Aranda mantiene muy viva la demanda de pisos en alquiler, lo que hace «que los precios no se contengan». De hecho, según un informe del portal Idealista, el precio del metro cuadrado en la capital ribereña se situó en 6,7 euros en el mes de agosto, lo que supone un 1,4% más que en el mismo mes del año pasado. Eso en cuanto a la variación anual. Ahora bien, si se analiza la evolución trimestral, los precios han subido un 5,6% respecto a mayo, siempre según los datos del citado portal. La cifra se encuentra muy cerca del máximo histórico que se registró en febrero de 2018, cuando el precio llegó a 6,9 euros por metro cuadrado. 

En este sentido, Guijarro apunta que por debajo de 350 euros «no hay nada» y que alquilar por más de 600 euros mensuales resulta complicado. La media oscila entre 500 y 550 euros. Lo más demandado en los últimos meses son las viviendas con dos dormitorios, ya que las de tres suelen tener como destinatario a familias que buscan un arrendamiento de larga duración. También tienen tirón los pisos de un dormitorio, especialmente entre parejas y jóvenes tanto de Aranda como de la Ribera del Duero que se independizan y antes de lanzarse a comprar prueban primero de alquiler, según detalla el gerente de Alfa Inmobiliaria. 

En resumen, Guijarro apunta que se da salida fácil a los pisos en alquiler y que «el precio sube porque hay demanda y quienes empezaron alquilando por 400 euros al mes, después lo intentan con 450 y reciben ofertas, más tarde suben a 500 y también lo cubren. Se tarda relativamente poco en alquilar y, en determinados momentos, cuesta encontrar viviendas». 

Al no haber prácticamente distancias en Aranda, una ciudad estancada en torno a los 34.000 empadronados, la demanda de pisos en alquiler se da casi por igual en todos los barrios, de acuerdo con lo expresado por los gerentes de las inmobiliarias, a excepción, dicen, de un par de calles en Santa Catalina donde suelen producirse peleas. En cualquier caso, defienden que este barrio está pegado al centro y cuenta con todos los servicios. 

Luz al final del túnel. En lo que respecta a vivienda nueva, en las inmobiliarias perciben movimiento pese a que septiembre no suele ser uno de los mejores meses porque tras acabar el verano, con las fiestas patronales y la vendimia de por medio, muchos clientes esperan a octubre.  «Tenía cierto temor por la subida de la luz o el gas, pero hay demanda. En una promoción nueva de 40 viviendas ya hay 20 apuntados», subraya Ubis.

En el sector esperan que el nuevo PGOU se apruebe de forma definitiva en noviembre y así ver luz al final del túnel. «Ya se puede empezar  a promover, a poner ladrillos, a que haya vida. Estos dos años han sido largos. La incertidumbre nos ha hecho sufrir», zanja.