Atraer talento y generar conocimiento. Son las dos ideas sobre las que se asienta la colaboración entre Michelin y la Universidad de Burgos, que ambas han decidido profundizar con la creación de una cátedra de transferencia de conocimiento en automática y robótica. Se trata, como precisa Julián Picapiedra, responsable de relaciones externas de la multinacional con sede en Aranda de Duero, de ampliar vínculos "y buscar nuevos horizontes".

Así, con carácter anual, se crearán los Premios Michelin al mejor proyecto fin de carrera sobre innovación, electrónica, mecánica o informática. También se realizarán competiciones tipo hackathon y se organizarán e impartirán programas formativos, además de impulsar jornadas, seminarios y congresos sobre automática y robótica y difundir los resultados de las distintas investigaciones.

"Se amplía lo que ya teníamos. Primero porque hay coincidencia en ambas partes de que está funcionando muy bien la colaboración y porque nos puede dar mejores resultados de cara al futuro, con la idea de seguir siendo capaces de atraer talento a Aranda", expone Picapiedra. En esta línea, remarca que es fundamental "buscar talento donde se está creando, que es en la universidad y atraerlo y retenerlo" en la capital ribereña.

Este tipo de proyectos permiten que cada vez más estudiantes realicen sus trabajos de fin de grado y fin de máster en la planta de Michelin en Aranda. "Eso ayuda a que conozcan el entorno, que conozcan la empresa y, si consideramos que hay una oportunidad para ellos, que trabajen con nosotros", añade al respecto. De hecho, la multinacional cuenta con un equipo en la fábrica de la capital ribereña que lidera a nivel europeo la innovación en neumáticos de camión, con un laboratorio del que saldrán los lanzamientos de 2025 y 2027 para las seis plantas de la multinacional en el continente.

Finalmente, Picapiedra destaca la importancia para la firma de "generar conocimiento" y "ser parte del desarrollo de la comunidad".