A primera hora de la mañana, en un día de diario y con varias cámaras registrando los movimientos del local. A pesar de todos los condicionantes, un grupo de chavales pegaron el 'palo' a la dueña del bar Cironte de San Bruno. Entraron, pidieron consumiciones y esperaron pacientemente a que María Dolores se despistara un segundo. En ese momento, entraron en la barra y se llevaron el bolso. Dentro estaba el dinero para pagar los alquileres, su documentación y un manojo con las llaves del negocio y su casa. Lo peor de todo es que dos de ellos son conocidos del barrio. La Policía Nacional sabe quiénes son y ya les sigue la pista.
Las cámaras del local registraron la secuencia del robo al descuido. Sobre las 8:05 horas del pasado jueves, tres chicos entraron en el bar y pidieron varias consumiciones. Según explica la propietaria, tenían aspecto de haber pasado la noche «de fiesta». A los pocos minutos, accedió otra joven a la que ya conocía de antes. «Es la pareja de un chico del barrio que se quedó fuera, como vigilando. Han venido varias veces por aquí. Parecen chavales que tienen algún tipo de adicción. Desde el principio tenían una actitud rara y hubo más clientes que se dieron cuenta», relata.
Las imágenes captadas por la videovigilancia dan a entender que en todo momento tenían la intención de cometer la fechoría. Los autores se fueron moviendo por diferentes lugares del local. Uno fue a la tragaperras, jugó un poco y volvió a la mesa. La chica se acercó a la barra, charló con el resto de sus compinches, salió a fumar entró de nuevo. Así varias veces.
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