La producción de cereal se ha disparado este año en todas las comarcas burgalesas y eso permite olvidar por fin las dos campañas anteriores, que resultaron nefastas por culpa de la sequía. Ahora se habla de una «buena cosecha» a nivel general, aunque también hay algunas zonas como la Riojilla Burgalesa que no van a obtener nada debido a que han vivido una insólita falta de precipitaciones.
Las previsiones que se manejaban inicialmente han subido puesto que al acceder las máquinas a la tierra se ha comprobado que muchas ofrecen resultados de récord. Los rendimientos se consideran especialmente positivos en comarcas como Odra-Pisuerga, donde en algunas fincas han obtenido algunos de los mejores datos que se recuerdan. Se conseguirá una media en el trigo de 4.500 kilos por hectárea y en la cebada sube hasta los 5.100, lo que supone el doble del año pasado. En Arlanza obtienen unos datos similares en cuanto al trigo se refiere y resultan algo más bajos en la cebada -al quedarse en los 4.700-, por lo que en esta comarca también hay satisfacción.
Arlanzón y Bureba-Ebro siempre suelen convertirse en las comarcas más productivas de la provincia y también del país. En ambas se rondará una media de 6.400 kilos por hectárea si se tiene en cuenta el trigo y la cebada. En el caso de la zona de Bureba han sufrido bastante la virosis -un virus que ataca directamente a las plantaciones y las seca- y también la inexplicable sequía en la Riojilla Burgalesa que ha dejado Cerezo de Río Tirón y a otros municipios de su entorno sin cosecha. Pese a ello, el rendimiento general obtenido resulta bastante elevado y demuestra el 'granero' que supone este punto. En Merindades tendrán muy buenos datos, de 6.000 kilos en trigo y 6.400 en cebada, lo que supone el doble que lo conseguido en la nefasta campaña de 2023.
En muchos puntos de la provincia ya está muy avanzada la cosecha de cereal, como muestra esta imagen de ayer en Cabañes de Esgueva. - Foto: Miguel Ángel ValdivielsoSegún explican desde las organizaciones agrarias, en algunas comarcas se ha detectado menos mejoría que en el resto. En Demanda se apunta al encharcamiento de algunas fincas al inicio de campaña, que impidió poder sembrar el cereal en su momento. Ese se alza como uno de los principales problemas que han sufrido en este punto de la provincia, lo que genera que se queden en 2.900 kilos de media. En Páramos tampoco ha acabado de dispararse y se quedarán en 3.800 de media. Unos cuantos pueblos de este territorio aún no han empezado a cosechar, mientras que el granizo ha arrasado esta semana todo el campo de Porquera y Villaescusa de Butrón, como detallaba el miércoles este periódico. En Ribera se sitúa la media -entre trigo y cereal- en unos 3.500 kilos. Eso sí, estas tres zonas no resultan tan productivas como lo pueden ser Arlanzón o Bureba Ebro.
Las estimaciones hablan de que en la campaña actual se pueden alcanzar los 1,6 millones de toneladas, el doble que hace un año. La reducción de hectáreas sembradas de cereal impedirá esta campaña que la cosecha 'explote' en Burgos, ya que en comparación con el año pasado ha bajado alrededor de un 10%. Así, en esta ocasión se cuenta con 178.000 hectáreas de trigo y otras 127.000 hectáreas de cebada. Entre las principales razones que mencionan desde los sindicatos se encuentran que las lluvias retrasaron los trabajos en muchas zonas, llegando a encharcar bastantes tierras, y que también los agricultores se han visto condicionados por la PAC, que les obligaba inicialmente a dejar un 5% de barbecho y cuando el Ministerio cedió -tras las manifestaciones- ya era muy tarde.
A la espera del precio. Ahora que el campo celebra una buena cosecha, todos están a la espera de ver cómo evoluciona el precio del cereal. «Creo que la producción está saliendo conforme a las previsiones y en ese sentido no podemos estar descontentos los agricultores, pero tenemos que esperar a ver cómo vendemos esa cosecha que hemos recogido», explica Esteban Martínez, presidente de Asaja. «Estamos en manos de 50 variantes y ahora lo más importante es venderlo mejor», comenta, mientras afirma que se considera un «año bueno». Destaca el crecimiento de otras comarcas más allá de Bureba y Arlanzón, que tradicionalmente suelen convertirse en las que ofrecen más producción.
Susana Pardo, presidenta de la UCCL, manifiesta que hay sitios que han tenido una producción «única» y que nunca antes habían conseguido tanto, pese a que hace referencia a la sequía de la Riojilla Burgalesa y pide ayudas directas para esos profesionales. «Ahora parece que empieza a remontar un poquito el precio del cereal, pero en proporción a lo que ha bajado pues no es nada», lamenta.
Desde Coag también se preguntan a cuánto se venderá. «Después de dos años de sequía estamos contentos, pero habrá que ver lo que se paga. Aunque sea una buena producción, si el cereal vale menos aún que el año pasado pues nos quedamos igual», dice su presidente, Diego Saldaña. Mientras, Gabriel Delgado, de UPA, afirma que ha habido muchas tierras malas en Páramos y Demanda, por lo que habla de una campaña «desigual», pero que para quienes han recogido una cosecha decente supone un «respiro» tras dos años nefastos.